A río revuelto, ganancia de pescadores. Después de varios días de movilizaciones, donde la gente salió masivamente a la calle, hoy todos los actores políticos, sociales, académicos, expertos en todas las disciplinas posibles, han insistido que escucharon fuerte y claro la voz de la ciudadanía, aun cuando al parecer no todos escucharon lo mismo.
Este dilema interpretativo es el que ha hecho posible, en nombre de la verdadera pretensión del pueblo, que personalidades de linaje y otras no tanto, protagonicen insistentemente en los medios de comunicación espacios cuyo propósito ha sido descifrar el enigma.
Aquí encontramos a un primer gran grupo de pescadores.
Pero el confundido oído nacional ha producido un fenómeno aún más interesante, que podríamos denominar como "la crisis de la crisis", o sea, la mutación que comenzó a experimentar el legítimo movimiento social a partir de la intromisión de intereses que, aprovechando la falta de pliego de peticiones, comenzó a instalar una agenda política particular. He aquí el segundo grupo.
Existe, sin embargo, un tercer y mayoritario conjunto de pescadores criollos.
Al igual que los anteriores actúa con agudo sentido oportunista, pero que se diferencia de ellos en su estrategia, que no es otra que desaparecer mágicamente del escenario institucional.
Se trata de quienes en posiciones importantes a nivel nacional y regional, tanto políticas como no políticas, de un momento a otro desaparecieron del mapa.
Ellos, en tiempos difíciles para las personas y el país, han guardado silencio, esperando que el chaparrón logre desviar la atención de sus propias responsabilidades en la crisis y en la búsqueda de soluciones.
La recogida de este tercer grupo, en todo caso, es sólo transitoria, ya que sólo dura hasta que se presente la oportunidad de salir y llevarse, como todos los demás, una tajada de la torta.
Pasos en momentos difíciles
Los cambios nos sacan de la zona de confort donde nos movemos diariamente. Sin importar la posición que ocupemos en la sociedad, las crisis impactan en nuestra armonía y necesitamos volver a nuestro equilibrio.
Me detengo en esta reflexión, por el proceso que vive Chile. Es imposible dar recetas, pero hay un hecho indiscutible. Estamos viviendo una transformación. En este contexto, es posible que tengas bajo tu responsabilidad equipos de trabajo que se encuentran intranquilos. Requieren de un liderazgo que junto a una gestión integradora, les apoye en esta búsqueda de estabilidad.
Si este es tu caso, permítenos compartir contigo algunos pensamientos, que ayuden a que los momentos difíciles se lleven lo mejor de tu equipo.
Lo primero es hablar con claridad sobre lo que está pasando y responder consultas. El objetivo es reducir la incertidumbre que una situación de cambio produce y una buena comunicación ayuda. Que sepan que pueden acercarse a ti y hacerte saber sus dudas es también relevante, porque entrega confianza y se necesita reforzar este plano.
Dar flexibilidad para las jornadas de trabajo también suma, si se combina con reglas claras que permitan a tu equipo saber hasta dónde pueden hacer uso de ello. Integrarlos en la propuesta de nuevas ideas e iniciativas que mejoren la gestión que realiza la organización, aporta para que todos se sientan menos tensos y más valorados. Sobre la base de los objetivos o del plan que la compañía ha definido implementar durante el período, actualiza los roles de cada integrante. Consúltales en qué área les gustaría participar desde lo que es su papel dentro de la empresa. Ello, combinado con una actitud positiva de tu parte como el que lidera, será una buena energía y oportunidad que le entregas a cada uno de tus trabajadores para que sepan que son importantes para ti y para la entidad.
Ser constantes con las rutinas que dan orden al funcionamiento interno, supervisar como siempre las labores que cada integrante lleva a cabo y ser un ejemplo vivo que pone en práctica lo que les dices, son otras acciones que fortalecerán los lazos, la unión y la tranquilidad para tu equipo. Son pasos, que aportan en momentos difíciles.
Manuel Bagnara Vivanco. Gerente General
Marcos Emilfork Konow.