Dentro de las proyecciones de Cristian Leiva, DT de la Sub 17, caer ante Francia en el Mundial era una opción real. La diferencia física, marcada por el biotipo de los galos, se impuso en un encuentro donde Chile no aprovechó las dos chances claras que tuvo.

Es por eso que el encuentro de hoy ante Haití cae en el margen de que se debe ganar sí o sí, dado los pergaminos del rival en la categoría. Así lo ve al menos el delantero Alexander Aravena, quien tuvo la chance más clara ante Francia con un disparo al travesaño.

"Va a ser el partido más importante (...) Con ese partido podríamos tener tres puntos y estar con un paso adentro (octavos de final)", dijo.

Como Corea del Sur y Haití jugaron en el mismo estadio, alcanzaron a analizar parte del juego rival. "Se veía un rival muy fuerte. Va a ser intenso, con ambiente por la gente de Haití, pero nosotros vamos a demostrar dentro de la cancha lo que venimos haciendo hace tres meses con el profesor", añadió.

Aravena agregó que están desconectados de lo que ocurre en el país.

"Tenemos ciertas horas con el teléfono, pocas horas para no marearnos y estar enfocados en esto, aunque cuesta. Para mí lo más importante es estar en contacto con mi familia, hablar", añadió.

De los más de 200 veedores que están en Brasil siguiendo a las nuevas figuras del fútbol joven, Aravena dijo que "nos han dicho que hay, pero tengo que estar tranquilo y demostrar en la cancha, sin preocuparse de quiénes están afuera".

Sobre el equipo, la novedad sería la vuelta de Gonzalo Tapia como titular, en reemplazo de Kennan Sepúlveda o Alexander Oroz en punta.

Por su parte, Haití despliega una idea similar a la de Francia, aprovechando la condición física de sus jugadores, pero guardando las claras diferencias de nivel.

Proyección de los laterales, un delantero centro potente y su gran figura juega en el sector izquierdo del mediocampo.

Se llama Fredler Christophe, apodado Bijou (la "joya"), por su talento que lo llevó a firmar en abril por el Estrasburgo francés, club que lo venía siguiendo hace más de dos años. Con esas armas atacaron a Corea del Sur, pero un grave error del portero Stephern Paul que originó el primer gol que fue mermando la confianza del equipo. Para peor, un balón quitado a Christophe generó el segundo.