The Joker (El Guasón), interpretada magistralmente por Joaquín Phoenix, logra durante toda la película que empaticemos con uno de los villanos más famosos. La humanización del personaje nos identifica y es inevitable hacer un paralelo con la situación actual de Chile: una ciudad Gótica en decadencia producto del individualismo, desempleo, bajas remuneraciones y una alta concentración de la riqueza. Basta ver el estudio realizado por la Fundación Sol (2018), donde el 53% de los trabajadores gana menos de $400.000 y 1/4 del país menos de $250.000, esto empeora al segmentar por sexo, generándose una brecha de 27% en desmedro de las mujeres. Según Cadem de septiembre, un 78% de la población considera la economía estancada o retrocediendo con expectativas de mala o muy mala de empleo. Desde el otro extremo, como constatan los datos de la Cepal 2019, un 10% concentra el 67% de la riqueza y el 1% de los súper ricos un 27%. El Guasón es el 'niño institucionalizado' que sufre sistemáticas violaciones que van configurando una compleja personalidad expresada en su característica risa enfermiza. Queda de facto el mobbing (acoso laboral) permanente que sufre. En nuestro caso, tenemos el ejemplo de Cristóbal Cabrera 'el Cisarro', donde todas las instituciones fallaron y todos fallamos como sociedad. Sin embargo, nada dice que esto cambiará. Hoy como sociedad, nos importa más discutir sobre bajar la imputabilidad de los jóvenes de 14 años, pero obviamos el sentido de urgencia para intervenir estructuralmente el Sename, tal como indican los estudios que revelan los vejámenes sistemáticos que sufren esos niños y niñas, similar a la época de dictadura cívico-militar (Informe comisión investigadora Sename 2013, Unicef 2018 y PDI situación Sename el 2019). Al igual que en la película cabe preguntarse ¿por qué el mundo no arde? ¿por qué Chile no arde? La verdad es que sí lo hace, de manera institucionalizada con movimientos sociales como No+AFP, feministas y medioambiental. Chile arde en lo profundo e invisible, con los 48 femicidios íntimos y no íntimos, perpetrados por familiares o cercanos, con Camilo Catrillanca y la resistencia en el Wallmapu, con la zonas y comunas de sacrificio: Freirina, Puchuncavi, Quinteros y Petorca, con los mega campamentos de los cerros de Viña del Mar...
Director Ejecutivo Fundación Huella Local.
Gobiernos locales: la clave para el desarrollo
Todos los territorios del país deben desarrollarse equitativamente, explotando plenamente su potencial, a través de gobiernos locales fuertes y autónomos. Bajo esta premisa es que nos preocupa conocer que, según el Informe Nacional de Capital Humano Municipal Amuch 2016, el 80% de las municipalidades cuenta con menos de 250 funcionarios, existiendo algunos solo con 20, mientras que otras con más de 5.000.
Una paradoja de la que hemos sido testigos en donde las comunas con mayores necesidades son las que cuentan con plantas profesionales insuficientes. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible plantean 16 problemas y un camino para la solución, se trata del objetivo N°17 "Alianzas para lograr los objetivos", es este ámbito en donde Huella Local ha generado un nuevo espacio de encuentro con alto impacto y trabaja apoyando a los equipos municipales de las comunas más pobres, con la implementación de una nueva gobernanza que permite la consecución de recursos públicos, colaborando con el Estado en la correcta distribución, a través del desarrollo de proyectos de infraestructura y equipamiento con alto impacto social y ambiental. Estamos convencidos que los municipios y sus autoridades son el actor más relevante en los territorios con vocación rural, que en Chile representan un 83%. Sin embargo, hay mucho para transitar desde administraciones a verdaderos gobiernos locales.
Actualmente el gasto municipal representa apenas el 6% del gasto fiscal, muy alejado de los niveles OCDE, esto revela un exceso de centralismo fiscal. Más dramática aún es la diferencia del presupuesto per cápita entre municipios, donde algunos disponen de $1.300.000, mientras otros no superan los $150.000. La sociedad civil y las empresas pueden ser parte de la solución, la evidencia muestra que la autonomía de las municipalidades está condicionada por su realidad económica y capacidad humana, lo cual afecta y limita sus funciones. Por este motivo, hacemos un llamado al mundo empresarial, a hacerse parte del desarrollo integral de los territorios donde llevan a cabo sus procesos productivos y al Estado que entregue condiciones para que estos puedan desarrollar correctamente su labor como promotores del desarrollo local.
Gonzalo Vial.
Rafael Catalán.