El desafío de volver a comenzar
Primeros cambios se aprecian desde la misma ciudadanía, que ejerce liderazgo en cabildos abiertos y sentidas propuestas.
Mientras se intenta volver a la normalidad en el quehacer de las labores cotidianas del país -cuestión que en ningún caso es fácil-, ya se perfilan las transformaciones sociales que vienen, en repercusión al clamor de la ciudadanía, comenzando por los cambios habidos ayer en el gabinete gubernamental. Todo en función de la gran tarea país -en un pacto social a fondo- de ir extirpando del proceso de desarrollo de Chile todo privilegio, abuso y desigualdad, factores causantes del reciente estallido de descontento nacional.
En Puerto Montt, estos innovadores pasos ya comenzaron a darse en cabildos abiertos verificados en Alerce y Mirasol, y en la Escuela España en el centro de la ciudad. La comunidad congregada, junto con enfatizar su deseo de que estos actos cívicos -que representan el nuevo liderazgo popular- no sean politizados, propuso una reforma constitucional, para generar transformaciones radicales en el país y también de práctica utilidad social. Comenzando, por ejemplo, por mejorar la calidad del transporte a los sectores poblacionales más vulnerables de la capital regional, junto con reiterar, entre otros, las necesidades de gratuidad en el modelo educativo, además de crear los mecanismos para la obtención de trabajos y salarios dignos; y en cuanto a las pensiones, llevarlas a responder de acuerdo a una vida de patriótico servicio, sin el temor de jubilaciones miserables.
A su vez, los alcaldes de las comunas de la Provincia de Llanquihue dieron un positivo ejemplo, en cuanto a la mayor sensibilidad social que viene, al nivelar los sueldos mínimos de sus trabajadores ahora en 400 mil pesos.
Por su parte, a nivel gobierno, ya comenzaron a recogerse las demandas ciudadanas desde los distintos sectores sociales, en lo que inicialmente se ha denominado encuentros nacionales.
Los chilenos se pronuncian. Sus autoridades escuchan y el compromiso -esperamos- comience a cumplirse. Y en un desafío gigante -con todos- por un nuevo Chile.