La pobreza de mi país
Como todos los chilenos, siento pena por la situación que hoy vivimos. La reacción en cadena del pueblo que ha salido a protestar no es otra cosa que la válvula de escape de una olla a presión que estaba acumulando energía por años; si lo interpretamos como un efecto físico, reventada la presión, pronto se vuelve al estado de equilibrio inicial, pero como es un efecto social creo no es sólo cuestión de tiempo, más aún cuando se le sigue poniendo "presión" al sistema; pueden pasar semanas sin bajar esa presión con efectos impensados y no administrados, todos negativos para la población (escasez de movilización, de alimentos, de servicios de salud, deterioro de propiedades, de servicios públicos, etc).
Sin pretender tener la bolita mágica de la solución, pero con el ánimo de aportar un grano de arena, donde el denominador común son bajos ingresos (la mitad de los trabajadores ganan igual o menos de cuatrocientos mil pesos), altos costos de vida y una desigual distribución de la riqueza, enumero un par acciones que se pueden tomar con efecto inmediato y que, creo, ayudarían a quitar presión al sistema: a) asignar fondos para terminar lista de espera en los hospitales; b) regular el precio de los medicamentos; c) pagar el 30% de las ganancias de las empresas como gratificación a los trabajadores (eliminar el tope que hoy permite la ley laboral); d) en las AFP que todos participen del riesgo de inversión, esto es, que los dueños de las AFP también pierdan cuando pierden los cotizantes por caída en el valor de las inversiones.
Como, claro está, son problemas acumulados por años, es iluso pensar en que se solucionarán en un día, para llegar a un estado de vida mejor que llevábamos antes del inicio de las protestas. Entonces, necesitamos una señal que muestre voluntad de cambiar. Para el mediano plazo queda la tarea a los académicos de dar origen a un nuevo modelo económico para la distribución de la riqueza, donde el eje central sea igualdad en la educación, para emparejar la cancha para todos. Hoy los que dirigen el país (Gobierno, Senado) tienen la oportunidad de enmendar el camino que ha llevado el país al escenario actual. Habrá consecuencias, sí, no todas populares para todos sectores. En el corto plazo, a nivel económico, ya se observan caídas del precio de las acciones, efecto dominó que recae sobre nuestros fondos de AFP, pero necesarias para sincerar nuestra realidad. Importa que en el mediano y largo plazo, se logren mejores sustantivas para toda la población y se reduzca la brecha de distribución de los recursos. Estamos en crisis y creo el Gobierno y Senado deberían funcionar bajo ese escenario y no como si nada ha pasado. Mientras más días pasan, más negativas serán las consecuencias para todos.
LUIS TORO CASTILLO.
Exclusión del diálogo
El error más grande que pudo cometer el PS, el FA y el PC, es restarse de una convocatoria frente a la gravedad de la situación.
El momento actual exige buena política y no artimañas ideológicas. Restarse del diálogo es ser parte del problema y no de la solución. Hay acuerdos listos como la rebaja sueldos parlamentarios y altos funcionarios estatales, disminuir el número de parlamentarios en el Congreso y accionar la agenda social.
Los chilenos deseamos y exigimos ver al PC, al FA y al PS sentarse a conversar con el Gobierno, que está más abierto que nunca a una mesa de diálogo, para resolver los problemas del país y terminar con la destrucción.
El pueblo se unió frente a las demandas, los partidos y las instituciones deben de igual forma resolver el problema juntos.
Porque como ciudadano creyente en la moderación y el diálogo, es en estos momentos históricos, justo donde los políticos y los partidos no pueden dar la espalda.
FRANCISCO HERRERA JARA. Cientista Político.
Es hora de ponernos serios
Todos los que vieron la última sesión de la Cámara de Diputados en la que expuso el Ministro Chadwick, pudieron comprobar que Francisco Vidal tenía toda la razón, cuando hace un tiempo dijo que "fue un tremendo error presentar cantantes, artistas de circo como candidatos" (sic). Si hasta el propio presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, tuvo que ponerse muy serio para enrielar la actuación de algunas diputadas, que dejaban muy patente y justificaban absolutamente el sincero "Mea Culpa" de Francisco Vidal: no más cantantes ni artistas de circo, para promoverlos como candidatos en futuras elecciones.
Todo indica que llegó la hora de ponernos muy serios, comenzando por presentar personas más idóneas para futuros candidatos, dignos de aparecer nominados en un voto y de ocupar un sillón de nuestro Congreso. Lo que podría traer como consecuencia la añorada vuelta de los chilenos para ejercer su voto, y el aumentar drásticamente los requisitos para ser candidato.
Qué duda cabe, que sería un muy buen puntapié inicial.
LUIS E. SOLER MILLA.