Secciones

Evo Morales denuncia golpe y declara estado de emergencia en todo el país

BOLIVIA. La OEA recomendó la realización de una segunda vuelta electoral, independiente de cuál sea el resultado de la primera, en la que el mandatario ayer se dio por ganador.
E-mail Compartir

El Presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó ayer como un "golpe de Estado" las denuncias de la oposición de fraude electoral en los comicios presidenciales, debido a la difusión de dos cómputos distintos durante la noche del martes, hecho que terminó con manifestaciones e incendios a edificios públicos. A causa de lo anterior, el mandatario declaró "estado de emergencia y movilización pacífica para defender la democracia", y se dio por ganador de las elecciones por cuarta vez consecutiva. La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió realizar una segunda vuelta, pese al resultado de la primera.

"Denunciar ante el pueblo boliviano y ante el mundo entero: está en proceso un golpe de estado, aunque quiero decirles que ya lo sabíamos con anterioridad. Se ha preparado la derecha con apoyo internacional para un golpe de Estado", dijo Morales en la Casa Grande del Pueblo, para luego declarar "estado de emergencia y movilización pacífica para defender la democracia".

Dos días de protestas lleva el país altiplánico por la sospecha de un fraude electoral a favor del Presidente, ya que el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia emitió dos resultados diferentes del conteo de votos, lo que desencadenó una ola de violencia que terminó con el incendio del hotel de La Paz donde se realizaba el recuento, y varios otros edificios públicos. Además hubo renuncias de los integrantes del organismo electoral.

Morales, quien cuenta 13 años en el poder, afirmó que está "casi segurísimo" de su triunfo, "por cuarta elección consecutiva. (...) Aunque el conteo del TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) dijo que ganamos, somos respetuosos al informe oficial que brindará el Tribunal Supremo Electoral".

El cómputo electoral oficial, al cierre de esta edición, reportaba el 96,63% de las actas revisadas y daba a Morales el 46,03% de los votos; al candidato opositor y ex Presidente Carlos Mesa, el 37,36%.

El sistema electoral en Bolivia da por ganador al candidato que alcance el 50% o más de los votos, o al menos el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el siguiente. En caso de que ninguno consiga estos porcentajes, los dos más votados, en este caso Morales y Mesa, deberán ir a segunda vuelta, la que se produciría en diciembre.

Sobre los ataques a las sedes electorales, Morales acusó a la derecha de "instigar al odio y desconocer el voto del movimiento indígena. Vuelve el racismo. (...) Los paros políticos solo perjudican económicamente a cada departamento".

Mesa, megáfono en mano, señaló en una concentración en La Paz que la jornada anterior fue "uno de los días más importantes de la historia democrática reciente del país. Estamos todos juntos, unidos, en una piña que nadie va a poder romper, para reclamar lo que es fundamental en cualquier democracia: el respeto al voto popular. No vamos a permitir que sea escamoteado ni hoy ni nunca". Luego el candidato cantó junto a los asistentes "no tenemos miedo, carajo".

VisiÓN DE LA OEA

La OEA realizó una sesión extraordinaria para analizar la situación. Al término, el director del departamento para la observación electoral, Gerardo de Icaza, explicó que "debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta".

La autoridad internacional señaló que toda elección debe regirse por los principios de certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad, pero advirtió que en el proceso electoral boliviano "varios de estos principios han sido vulnerados".

Existen "dudas serias sobre si en este proceso existen las garantías para poder recurrir resultados por parte de la autoridad electoral", agregó De Icaza.

El funcionario anunció que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, accedió a una solicitud del Gobierno boliviano para realizar un análisis de integridad electoral que incluye la verificación de cómputos, aspectos estadísticos, revisión del proceso y cadena de custodia.

De Icaza precisó que las conclusiones "han de ser de carácter vinculante" para ambas partes. Bolivia, al cierre de esta edición, no había expresado si aceptaba esta condición. El embajador del país altiplánico ante el organismo, José Gonzáles, no se pronunció durante la sesión.

En tanto, el embajador venezolano, Gustavo Tarre, leyó una carta suscrita por Mesa: "Es vital garantizar la credibilidad del proceso electoral, asegurar la confianza de los votantes y respetar la voluntad del pueblo boliviano".

22 de octubre, apenas pasada la medianoche, comenzaron las protestas en varias ciudades.

4 días se cumplen hoy desde que se realizaron las elecciones presidenciales en Bolivia.

"Razones para preocuparse"

E-mail Compartir

El senador republicano estadounidense Marco Rubio dijo ayer que le preocupan las "evidencias" de que se han "manipulado" los resultados electorales en Bolivia a favor del Presidente Evo Morales, quien busca una nueva reelección. Rubio, a quien se le atribuye gran influencia en la política del Gobierno de Donald Trump hacia Latinoamérica, ya que preside el Subcomité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental del Capitolio, afirmó que "hay razones para preocuparse", en un video publicado en su cuenta de Twitter. El legislador de origen cubano destacó que no cree que ni la Organización de Estados Americanos (OEA) ni la Unión Europea (UE) "certifiquen" los resultados de los comicios, porque "hay evidencias de que él (Morales) los ha manipulado". En tanto, el candidato opositor Carlos Mesa pidió a la comunidad internacional "que se mantenga vigilante".