Erwin Schnaidt Ávila
Comisiones, intereses e impuestos, son los cargos que suelen aplicarse por el uso de tarjetas de crédito que ofrecen tanto la banca como el retail. Sus porcentajes suelen variar, pero en lo que hay plena coincidencia es que son motivo de crítica y cuestionamientos habituales, producto del efecto que tienen al momento que sus titulares deben pagar por utilizarlas.
Por ello, cada cierto tiempo resurge el debate en torno a la factibilidad de modificar la cuantía de esos pagos, por sus efectos en los presupuestos familiares que, por esta razón, suelen verse influidos al debe.
Con menos efectivo en los bolsillos, los consumidores se ven ante un camino que los lleva a un espiral de endeudamiento, que se ha visto reflejado en los últimos estudios, como el de la Universidad San Sebastián y Equifax, que dio cuenta que al segundo trimestre de ese año, más de 227 mil personas de la región mantienen deudas impagas, con un valor promedio de morosidad de un millón 413 mil 600 pesos.
La idea de reflotar esta propuesta, en medio de las protestas sociales, podría tener un avance, más aún si se considera que sería un alivio para gran parte de la población, agobiada por la falta de liquidez.
Esclavos económicos
Eduardo Salazar, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt, recuerda haber planteado esa solución hace diez años, como dirigente de la Cámara Nacional.
"Se logró que las tasas bajaran, porque eran superiores a las que se cobra hoy. También se consiguió que nos pagaran 48 horas después de la venta".
Por ello dice compartir que se haga una revisión al sistema. "Eso se debería traducir en un beneficio para la gente, que está endeudada y que son unos 'esclavos' económicos de las tarjetas de crédito. Si no la pagan, no pueden comer, ya que muchas personas van a comprar con tarjeta de crédito al supermercado. Y si no la puede pagar, se acabó ese crédito".
Además, reflejó que al no ponerse al día en los plazos establecidos, "se acelera la deuda y pasa a ser impagable, ya que los intereses son extremadamente altos".
En cuanto a las opciones que se debería seguir para aminorar ese impacto, Salazar dijo desconocerlas, pero deberían pasar por una banda de precios respecto a los valores de la tasa de interés o impulsar una regulación. "Es un gran tema, porque Chile está endeudado por mucho, mucho dinero".
Apuntó que la banca y las grandes marcas del comercio deben asumir su responsabilidad, puesto que "no han leído lo que nos pasa como país".
Añadió que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras también puede aportar a rebajar la Tasa de Interés Máxima Convencional que fija apara operaciones bancarias.
Modelo agotado
El doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de París, Jorge Weil, planteó que el masivo estallido social "responde a la inconformidad de las amplias mayorías del cuerpo social, con relación a la precariedad laboral y bajos salarios, que llevan a un alto endeudamiento de las familias y exclusión social; a las bajas pensiones; a los escuálidos recursos que recibe la educación estatal; y a las insuficiencias de las especialidades del servicio de salud del Estado".
Para el académico de la Universidad de Los Lagos (ULagos) esa situación refleja el agotamiento del modelo político, económico, social y cultural.
"La solución, agregó, depende del poder económico, para ofrecer posibilidades de un pacto social, en que las pensiones, los salarios, educación y la salud sean resueltos".
Weil comentó que todo ello ha llevado al endeudamiento de las familias, que han encontrado en las tarjetas de crédito una alternativa de solución temporal, pero vuelven al ciclo de endeudamiento ante los cobros de intereses y comisiones.
"Es posible modificar eso. Es cosa que el gobierno decida regular las tasas de interés de los bancos e instituciones financieras. Porque el interés anual y los seguros asociados, suman un 28 %, cuando una familia con morosidad, sube al 50%; es decir, el crédito de un año, se reajusta (al alza), en la mitad de ese valor. Eso hace que las familias estén 'haciendo la bicicleta' para financiar sus deudas", especificó.
Planteó que se trata de una regulación económica simple, que no requiere del envío y discusión de un proyecto de ley.
Es realista y viable
Mientras que el ingeniero comercial Pablo Barberis, director del Área Consultoría de UNegocios de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, consideró que una reducción de esa carga "es realista y se puede hacer; es consecuente con la baja de la tasa de interés, que reiteradamente el Banco Central ha aplicado estos últimos meses, para impulsar la economía y que haya mayor circulante en la calle, que la gente pueda tener endeudamiento más barato o comprar con el dinero que uno tiene ahorrado".
Barberis reiteró que se trata de una medida "viable", pero que se requiere determinar que tan realista es su aplicación. "El negocio del retail es privado y cada casa comercial es libre de definir el interés a cobrar, obviamente alineado con el mercado", comentó.
Consultado si es posible que el sistema bancario impulse una acción similar, afirmó que lo hacen "cada vez que el Banco Central anuncia una rebaja de la tasa de interés, que están muy bajas; se traduce en que muchas personas estén renegociando sus créditos hipotecarios en promedio de 1,7% o 2%. Eso ya se ve reflejado a nivel banca", repitió.
Frente al cobro por giros que hace BancoEstado con su tarjeta a la vista (CuentaRut), también planteó que es posible eliminar. "Hace rato que la banca privada no cobra por hacer giros a sus titulares de cuentas corrientes", añadió.
En cuanto al camino que se debe tomar para conseguir un cargo menor aplicado a las tarjetas de crédito, Barberis lo dejó en manos de "la voluntad de las instituciones financieras para comprometerse con mejores tasas de interés en beneficio de los consumidores. Pero insisto, ya lo están haciendo".
Apuntó que ante la tendencia a de los mercados a aplicar tasas de interés a la baja, "lo lógico es que también lo haga en la globalidad del mercado".
El director del Área Consultoría de UNegocios, también entregó un consejo a quienes estén analizando solicitar un crédito bancario. "Debe comparar qué empresa entrega la tasa de interés más baja, para que sea más barato y no pagar de más. Hay que fijarse en cuál es el monto final que estaría pagando y comparar eso, en igualdad de condiciones, con los distintos actores del mercado que ofrecen ese mismo crédito", apuntó.