Christian Rodrigo:

Todos vivimos bajo el mismo cielo y merecemos tener un país en calma, donde podamos expresar nuestro malestar y disgusto.

Bert Cort: Esto se arregla dispensando balines de goma y libertad para disparar a los carabineros y militares. Con los terroristas no se negocia, mucho menos en términos que ellos quieren imponer.

Emilio Maluje:

Espero que con la misma fuerza los comunistas y muchos de RD que ampararon y apoyaron estos actos hoy, busquen la forma de dar trabajo y bienestar a miles de trabajadores que quedaran sin pega por la destrucción masiva y quema de supermercados, locales y farmacias.

Francisca Troncoso:

Esto que ha pasado es un fracaso de toda una clase política inoperante. ¿Por qué los gobiernos de la Concertación, que han sido cinco desde el retorno a la democracia, no han eliminado el impuesto a la bencina impuesta por el dictador Pinochet? Les recuerdo que en tiempos de democracia fue el mismísimo Ricardo Lagos quien entregó el país a los empresarios, y una vez que le preguntaron contestó "lo que hay que concesionar se concesiona". Resultado de eso en parte es que TODO lo tenemos que pagar. Nunca pensé que iba a agradecer la presencia policial y militar. En mi comuna se está viviendo un nivel de inseguridad como nunca antes. Que pena por Chile.

Cristián Córdova:

Todo tiene un límite y en Chile ya no se puede más. Todo sube, la sanidad es pésima, la educación y los precios como en Europa de los alimentos con sueldos de miseria. Creo que la lucha pacífica debe seguir hasta conseguir los objetivos de un verdadero bienestar para el pueblo. Ya no es el billete de metro, es todo el estilo de vida chileno, empezando por los políticos y sus sueldos y regalías que les hace vivir en una realidad paralela.

René Alexander Álvarez:

Piñera metió a la ciudadanía en una olla a presión y ahora le explota en la cara. A lo único que atina su séquito de cobardes es a salir llorando detrás de las fuerzas armadas.

¿Democracia?

Viva la democracia. Ella nos permite presenciar o participar de todo tipo de manifestaciones, como la del 19 en relación al Metro, con destrozos, violencia, desintegración de una sociedad, etc. ¿Se justifica? Lo dudo.

¿Qué nos espera mañana? Porque se cree que la violencia es el camino para entendernos y quien anida esta forma de pensar, se equivoca, porque, obvio, así no podríamos ir nunca bien como nación. Y, de paso, esta fiestecita que se permiten -digamos que algunos jóvenes- de una u otra manera la pagaremos todos.

JOSÉ M. CAEROLS SILVA.

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Ejército

Al igual que el 2010 para el terremoto, 2017 para los incendios forestales, los errores de los políticos y la soberbia de autoridades, debe ser solucionada por el Ejército.

FRANCISCO SÁNCHEZ. Historiador.

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Violencia callejera

La violencia destructiva y los saqueos por parte de encapuchados es completamente delirante. Es importante que manifestarse por un descontento no puede en lo absoluto destruir por destruir con tanta alevosía.

FRANK LAMBARRI RAMÍREZ

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Energía limpia

Un vecino de Calbuco manifiesta su contrariedad, por haberse aprobado un proyecto de parque eólico y expresa su preferencia por las instalaciones mareomotrices. Concuerdo con él en cuanto al gran potencial de nuestra geografía para obtener energía de nuestras largas mareas; mas, me permito señalar ciertos aspectos no considerados en su carta.

En primer lugar, una instalación mareomotriz es mucho más cara que un parque eólico, de modo que si bien tanto el viento como las mareas son gratuitas, la inversión necesaria para aprovechar estas últimas es muchísimo más alta.

En segundo lugar, hay que considerar que una instalación mareomotriz es una intervención importante y permanente en el paisaje, mucho más que unos generadores eólicos, y si estos grandes molinetes encuentran oposición, es de imaginar la reacción que una represa que corte un canal o un estero, provocaría en grupos ambientalistas, indigenistas o ambos o todo junto. Las objeciones a los generadores eólicos son bastante peregrinas, se dice que amenazarían a las abejas, pero ocurre que esas aspas giran a una velocidad más bien moderada y a una altura muy superior a los cerca de 40 metros que alcanzan los ulmos más grandes, las abejas no vuelan tan alto, y en cuanto a que esas torres puedan contaminar las napas de agua subterránea, en realidad no veo por donde; de modo que una intervención que de verdad impacte, inevitablemente, provocaría un rechazo muy ruidoso y mucho más justificado.

En todo caso, el nudo de la situación es el destino del beneficio, no es lo mismo que la energía producida vaya en beneficio de la población cuyo ambiente y paisaje sea intervenido, a que esta energía esté destinada a empresas mineras en el norte o al sistema interconectado sin ninguna consideración hacia los habitantes locales.

En nuestra región, tenemos el caso de la Central Canutillar, que ha depletado el lago Chapo sin entregar ni un kilovatio a la población ribereña y que recién tras casi 30 años está proponiendo alguna "mitigación" por la vía del turismo.

La producción de energía limpia, ya sea esta solar, eólica, mareomotriz, hidroeléctrica o geotérmica, necesariamente implica intervenir el paisaje, pero si es para beneficio del conjunto de la población, bien podemos entrar a sopesar cuánto estamos dispuestos a sacrificar, y esto es igualmente válido para todas las grandes obras de infraestructura, tales como un camino o un puerto.

RENATO ALVARADO VIDAL.