Experto del Grupo Suez destaca que Essal muestra un correcto estado de operación
SERVICIOS SANITARIOS. Jonás de Miguel coordinó el trabajo de tres enviados por la controladora de esa empresa. Reveló también cuáles serán los focos de la inversión de la compañía.
El martes 11 de julio, comenzó un masivo corte de agua en Osorno, que se extendió entre seis y diez días y que afectó a 200 mil clientes de la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal).
Un mes después de ese grave episodio, y en medio de un proceso de caducidad contra la compañía, que abrió la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), el Grupo Suez, controlador de Aguas Andinas y de Essal, resolvió intervenir la sanitaria, a través del envío de tres expertos.
Su misión fue evaluar y realizar un catastro de las instalaciones de Essal en sus 35 concesiones, lo que incluyó la planta Caipulli, la misma que reportó un derrame de hidrocarburos, que provocó el corte de agua potable en Osorno.
Para analizar esa tarea, El Llanquihue tomó contacto con el coordinador de esos especialistas, Jonás de Miguel, ingeniero industrial especializado en energía de la Universidad Politécnica de Cataluña (Barcelona); y máster en Administración de Empresas del Instituto de Empresa (Madrid).
Con más de 20 años de experiencia trabajando en el desarrollo de infraestructura ambiental, principalmente de agua y saneamiento, tanto en España como en Latinoamérica y Estados Unidos, en los últimos años De Miguel se ha dedicado al desarrollo del negocio del Grupo en Latinoamérica, especialmente en soluciones tecnológicas y en la agricultura.
"Desde el Grupo Suez siempre hemos estado preocupados por nuestras operaciones en el mundo; y Chile no es la excepción. Lo que buscamos con la visita de nuestros expertos es que la comunidad perciba las ventajas de contar con una compañía de clase mundial y que ponemos a disposición de Essal, recursos técnicos y humanos", expuso como introducción.
Especificó que visitaron 10 instalaciones de cinco comunas (Osorno, Puerto Montt, Puerto Varas, Ancud y Calbuco) para "tener una visión general del estado de operación e identificar las áreas de mejora. Una vez identificadas esas áreas, se está trabajando junto con Essal en definir planes concretos de acción".
Sobre el estado de operación, dijo que es correcto. "Quizá resulte extraño decir esto, después del incidente ocurrido; pero la realidad es que incluso según los datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), Essal presenta indicadores operativos que están en el promedio del sector en Chile, que, a su vez, es el mejor de América Latina", manifestó el profesional.
De Miguel reveló que "se nos pide que ayudemos a definir un camino que lleve a Essal a un nivel de excelencia operacional, incorporando las últimas tecnologías disponibles y los métodos de gestión de riesgos que usamos en los países más avanzados", expuso.
Plan de inversiones
Consultado por el plan de inversiones de la compañía y su énfasis, el coordinador de especialistas recordó que han estado orientadas a asegurar el abastecimiento, pero también deslizó una crítica.
"Con mucha fuerza se ha sobre invertido en los últimos años en el tratamiento de aguas servidas, porque a pesar de que es una responsabilidad del Estado, se ha tratado de dar respuesta al problema que generan las aguas lluvia en la red de abastecimiento", subrayó.
Aun así, dijoo que están recomendando reforzar la inversión en tres áreas adicionales. "En primer lugar, identificamos un amplio camino de mejora en la digitalización de procesos y el uso de sensores para control automático y alertas. Hoy tenemos tecnología disponible que era impensable hace tan sólo tres años y que reduce la probabilidad de errores humanos", destacó.
Además, dijo haber identificado inversiones en instalaciones concretas, para reforzar lo que llaman seguridad pasiva; "es decir, reducir el riesgo de sufrir incidentes o mitigar sus consecuencias".
También, quieren establecer la garantía del suministro. "Estamos recomendando inversiones para dotar de redundancia los sistemas de abastecimiento y ganar en flexibilidad de operación. A eso van dedicadas las inversiones en los países más avanzados, y Chile no puede ser una excepción", destacó.
De Miguel comentó que a nivel global se enfrentan nuevos riesgos operativos derivados del cambio climático, por desastres naturales, terrorismo, simples accidentes e incluso sabotajes. "Esto último es lo que, por ejemplo, están investigando en Puerto Octay", dijo.
En cuanto a si esas inversiones serán suficientes para mejorar los estándares de operación y entrega de servicio a los clientes de Essal, el profesional comentó que no todo es inversión en instalaciones.
Especificó que también están recomendando un plan específico de capacitación del personal, "no tanto orientado a las competencias técnicas como al desarrollo de habilidades de gestión de incidencias, así como a crear una cultura de riesgo industrial".
Afirmó que apuntan a que los trabajadores sepan "evaluar las consecuencias potenciales de cada incidencia y reportar en consecuencia. En definitiva, de trabajar también sobre el factor humano para asegurar el más alto estándar de atención a la comunidad".