Redacción
En el último tiempo diversas vertientes del cristianismo en Chile se han visto envueltas en polémicas: la Iglesia Católica en relación a casos de abuso sexual y la Evangélica por el escándalo financiero que terminó con la salida del obispo Eduardo Durán.
Como un intento de reconciliar la fe de sus feligreses, el obispo Francisco Rivera ayer pidió perdón por estos actos durante el tradicional Te Deum Evangélico, al que asistieron el Presidente Sebastián Piñera, diversas autoridades de Gobierno y parlamentarios.
"Queremos pedirte perdón Señor por las vergüenzas cometidas, con pudor, vergüenza y espíritu de arrepentimiento", dijo el obispo Rivera al inicio de la ceremonia, la que por primera vez en 44 años se realizó en el Centro Cristiano Internacional de San Joaquín, en lugar de la Catedral Evangélica de Jotabeche, en Estación Central.
En la misma línea, durante su intervención, el obispo Emiliano Soto pidió perdón por los actos de algunos líderes cristianos. "Pedimos también que perdonen nuestros pleitos, desavenencias y divisiones que desacreditan el evangelio (…) pedimos perdón a la sociedad chilena por las acciones de palabra, hecho u omisión", dijo.
Araucanía y 40 horas
El obispo Jorge Méndez aprovechó la oportunidad para referirse al proyecto del PC que busca reducir a 40 horas la jornada laboral y que ha sido un tema de inflexión entre el oficialismo y la oposición.
El religioso consideró que la idea "es movida por buenos sentimientos, pero en realidad pasa por un tema valórico y de principios, en donde los trabajadores se comprometan a tener una actitud honesta, un compromiso con su esencia a lo que soy y de lo que estoy construido, a esto llamamos carácter".
Y reflexionó sobre el conflicto en La Araucanía: "la polarización política existente también es violencia, no nos deja avanzar como país. Nos preocupa como evangélicos y protestantes lo que sucede en la Araucanía: Queremos hacer un llamado de diálogo y de paz. Los mapuche son nuestros hermanos. Debemos dejar de lado nuestras diferencias, la reconciliación es nuestro deseo final".
Tras la ceremonia, el Presidente Piñera expresó su "profundo reconocimiento y gratitud al mundo evangélico por la defensa de valores importantes como la vida, la familia y la solidaridad. También por el espíritu de entrega y de amor al prójimo". Y llamó a celebrar las Fiestas Patrias "con seguridad y responsabilidad ".