En un 14% se incrementaron los hurtos en contra del retail de la Región de Los Lagos (comercio detallista), entre 2018 y lo que va corrido de 2019. Este fue uno de los antecedentes revelados en un seminario (ver cuadro) realizado recientemente en la zona, donde la empresa ALTO dio a conocer las últimas tendencias en materia de seguridad.
¿Qué está pasando? Según el criminólogo Álvaro Fuenzalida, jefe de Delitos de Alta Complejidad de la firma, la mayoría de los ladrones emplean tres técnicas para huir con mercancía: esconderla en su ropa, en una cartera o mochila y, en tercer lugar, en una bolsa reciclable.
"Hemos visto a personas que usan bolsas de otros supermercados y después pasan muy tranquilos por caja con mercadería oculta. Esa es una de las estrategias que más destaca hoy. Más aún a propósito de esta nueva ley que prohíbe las bolsas plásticas. Es un elemento diferenciador a años atrás. Se están aprovechando de esta coyuntura para cometer delitos", explica. Este modus operandi ha crecido un 33% en el último año.
Guardias de seguridad
El pasado 7 de agosto un guardia de seguridad de un supermercado de Alerce fue asesinado a cuchilladas por un adolescente que, en compañía de sus padres, estaban sustrayendo especies al interior de la sala de ventas.
El alto grado de violencia demostrado en este hecho de sangre, y que terminó con la vida del joven padre de 21 años Sergio Ruiz, es una lamentable tendencia.
De hecho, la comparativa de números entre 2018 y 2019 detalla un alza de 11% en las agresiones contra personal de seguridad.
Sobre este punto, Fuenzalida enfatiza en la evolución que ha tenido el fenómeno del hurto en las últimas décadas. De actuaciones individuales, se pasó a sustracciones de mercadería entre varios hampones coordinados en roles.
Y en un tercer orden aparece la violencia: tanto en el momento que ingresan como cuando salen del recinto comercial. Es en esta categoría donde se advierten los denominados "turbazos", los que se han "viralizado en redes sociales", gracias a los registros de cámaras de seguridad que muestran hordas de ladrones sustrayendo especies, mientras causan gran destrucción en su entorno y temor entre clientes y locatarios.
"Ante esta extrema violencia, recomendamos a la seguridad privada que no arriesgue a sus guardias. Entendemos que ellos no usan armamento de fuego, sólo chalecos anticortes o antibalas. Por eso no se pueden arriesgar ante personas que actúan con extrema violencia", concluye Fuenzalida, quien también es coronel (r) de Carabineros.