Desde Puerto Montt al sur de Chile, la principal vía de conexión para quienes viven y trabajan allí es la marítima. Las familias de esta zona llamada también sur austral, ven el continente desde el Océano Pacífico que nos abraza y desarrollan sus actividades con esa identidad, y la industria marítimo portuaria crece en respuesta a la demanda que también va aumentando por esta dinámica. En este contexto, la carrera de Técnico Universitario en Electromecánica Marítima que creamos junto a la Universidad de Los Lagos y que dicta el Instituto Tecnológico Regional ITR de esta Casa de Estudios, es una oportunidad laboral atractiva para los jóvenes que ven en el mar su vocación, aprovechando la tecnología que se aplica en las naves que recorren las regiones de Los Lagos, de Aysén y de Magallanes. El Técnico Universitario en Electromecánica Marítima, está capacitado para prestar apoyo en aspectos de navegabilidad a bordo de una embarcación supervisando el área de máquinas y equipos como Motorista II. Esto es muy atractivo en lo laboral y en lo económico. A modo de ejemplo, dentro de los próximos meses, nuestros asociados que prestan servicios a la acuicultura incorporarán a sus flotas 15 barcos más y todos tienen motores eléctricos. Es decir, se trata de una carrera que necesita el sector con remuneraciones cercanas al millón de pesos durante los dos primeros años de trabajo. Atención a los alumnos que son de Liceos Técnicos Profesionales con la especialidad de Tripulante de Nave y que elijan esta formación de las que les hablo. Se les homologará las horas de navegación y Cursos OMI realizados y aprobados durante su formación de Enseñanza Media, acreditados mediante la presentación de los correspondientes certificados y que las funciones realizadas con el embarque estén directamente relacionadas con competencias de un Oficial de Máquinas. El diseño de esta carrera contó y cuenta con nuestro apoyo, porque en ARMASUR estamos convencidos de que debemos tener un papel activo acercando la preparación de las futuras tripulaciones a la realidad del sur austral donde estamos. Pero también porque queremos que el talento local se quede aquí, que no migre.

Manuel Bagnara Vivanco.

Gerente General ARMASUR A.G.

Una benéfica iniciativa-actividad, que -movida por el entusiasmo y el espíritu de superación de sus protagonistas y la generosa visión solidaria del liderazgo gubernativo-, se encuentra hoy marchando a paso seguro y cada vez con mejores resultados, es la denominada Feria "Manos de Mujer-Colores del Sur", que surgió en Puerto Montt en mayo de 2018, a instancias del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

Integrada esta organización por treinta y cinco talentosas emprendedoras sureñas, su mayor aspiración era contar con espacios disponibles para la venta de sus productos que son de notable calidad artesanal, y creados inspiradamente por ellas mismas. Lo que fue posible, gracias a la intervención de la ministra Isabel Plá, cuando vino a esta región y les dio su incondicional respaldo.

Desde ese entonces, la llamativa feria ha ido, mensualmente, logrando oportunidades de muestra y comercialización de sus emprendimientos. Lo que ha ocurrido, indistintamente, en los recintos del Hospital de Puerto Montt, Terminal Interprovincial de Buses y en el edificio de la Intendencia Regional de Los Lagos; además de contribuir -con su colorida presencia- a un Pto. Montt cada vez más acogedor.

Ellas están muy motivadas y agradecidas de esta importante opción de progreso personal, donde sobresalen las señaladas oportunidades de venta.

Destacó esta actitud, la subsecretaria de la Mujer, Carolina Cuevas, en su reciente visita. Y reiteró su gratitud a los ejecutivos que permiten hacer realidad el anhelo de las mujeres emprendedoras, al disponer de estos indispensables espacios de complemento en la tarea que han asumido, para que puedan alcanzar una soñada autonomía económica y así salir adelante en la vida con sus respectivas familias. Lo que igualmente resaltó la autoridad como uno de los focos relevantes de su trabajo gubernativo, en el marco de un respaldo integral a la mujer chilena, especialmente a las más necesitadas y vulnerables, que destacan por su heroísmo en la lucha contra la pobreza y la adversidad.