El tesoro ecológico que cuidar como nuestra propia vida
Nuestra Tierra nos llama, la heredarán los niños. El incendio en Amazonas es un gigantesco llamado a la consciencia planetaria, a los corazones. Acá en nuestro territorio también hemos sufrido con el trato al medioambiente: la contaminación de las aguas o del aire, el megaincendio del año pasado, escape y mortalidad de salmones, entre otras. Todos esas fuertes manifestaciones son potentes mensajes de que no lo estamos haciendo bien. Es urgente despertar, nunca es tarde para renovarnos, respetando todo lo creado. No se puede anteponer los intereses financieros por sobre el amor ecológico, es decir, amor a nosotros mismos. Hoy vivimos tiempos de grandes remezones, que son sólo la cosecha de lo mal que estamos sembrando. Miremos los hermosos paisajes que nos rodean y valoremos cuánto importan en nuestra vida.