Secciones

Migrantes: la dulzura llegó con piel morena

Sergio Velásquez Haros. Presidente Colegio Periodistas Región de Los Lagos. Eduardo Carmona Jiménez. Director Ejecutivo ONG Canales.
E-mail Compartir

Qué agradable es tomarse un café en el centro de Puerto Montt. Aparte de las abundantes variedades de tortas, kúchenes, sándwiches y otras cosas ricas, sorprende gratamente la amabilidad, disposición y diligencia de los trabajadores extranjeros.

Vienen de todos lados y el común de ellos es que tiene esa virtud de hacerte sentir grato, cómodo y hasta importante, un aspecto tan latino que me lleva a pensar cuándo y dónde perdimos esas actitudes. No los afecta el mal clima, el frío, la oscuridad temprana de las tardes invernales, porque siempre está la sonrisa cordial como carta de presentación.

En los recorridos que todos hacemos por supermercados, lavanderías, restaurantes o tiendas, es común encontrarse con gente de Colombia, Perú, Haití, Argentina y hasta Siria, pero últimamente destacan los oriundos de Venezuela. Mucho se ha hablado de la inmigración reciente que ha llegado a Chile, con opiniones contrapuestas, incluso con un llamado a cerrar la frontera. Unos defienden el libre ingreso, mientras otros piden aumentar las regulaciones, sobre todo cuando el tema pareció irse de control con aviones llenos de personas, con sobres amarillos, que en lo personal me indujeron a pensar en tráfico y abuso de seres humanos.

Zulay y Gisel (venezolanas), Anwar (sirio) y Débora (argentina) trabajan en locales del centro. Como soy habitual, de a poco he ido conociendo sus circunstancias que son prácticamente iguales a lo que todos nosotros queremos en nuestro camino por la vida. Sueñan son surgir, con entregar sus talentos, con sentirse orgullosos en su nueva tierra. Conversaciones que se mezclan con su excelente atención al público, entregando cosas ricas que endulzan con sus sonrisas y su piel morena. Y todo esto me hace reflexionar sobre la tremenda responsabilidad que tenemos como comunidad de hacer sentir gratas a estas personas, que depositaron su confianza al elegirnos como destino para edificar su futuro. De devolverles sonrisas y no lágrimas.

Chile en su historia vio partir a sus hijos por crisis políticas y económicas. Millones de compatriotas tuvieron que forjar un hogar lejos de su patria. Seamos dignos ahora para devolver la mano al necesitado en momentos difíciles y aprendamos a ser cordiales, como lo son ellos.


Una invitación de


cumpleaños distinta

Este mes se cumplen 77 años de la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional, el primer organismo público encargado de reconocer la importancia de la Educación Técnico Profesional en el desarrollo productivo del país.

Este hecho en 1942 y, posteriormente, una reforma educacional en 1965, cimientan la Educación TP que este mes está de cumpleaños, pero que a la vez espera crecer acorde a los contextos locales, las industrias y las tecnologías de producción.

Este mes celebramos, pero aún se requiere transformaciones que exigen el trabajo mancomunado del Estado, las empresas y otros actores relevantes en la formación técnica.

Según cifras de Mineduc, en Chile son 944 los establecimientos que imparten educación media técnico profesional y forman a más de 156 mil estudiantes.

Por lo tanto, 4 de 10 estudiantes acceden a estudiar una de las 35 especialidades de 15 sectores económicos a lo largo de nuestro país.

El desafío que tenemos aún es grande. Un alto porcentaje de liceos están en categoría medio bajo o insuficiente, además 80 mil estudiantes abandonan el sistema escolar y más de 500 mil jóvenes no estudian y trabajan. Junto con esto, sólo formamos al 38% de los técnicos que Chile necesita para llegar al desarrollo.

En ONG Canales celebramos este mes conscientes en que la Educación TP debe avanzar en la modernización y actualización las mallas de las especialidades en relación a las nuevas tecnologías, como por ejemplo la robotización, además de temas estructurales como la articulación y continuidad de estudios, alternancia e inserción laboral y poner mayor énfasis en el mejoramiento de las competencias de empleabilidad, donde las empresas, los sectores productivos y los centros de educación superior, entre otros actores, deben asumir un rol importante.

Las empresas y los gremios del sur de Chile que han entendido que deben ser parte de la Educación TP, saben que con el esfuerzo que hacen obtienen una retribución real a corto plazo y la satisfacción de contribuir en la formación de los futuros técnicos que nuestro país necesita.