Conclusiones más que interesantes dejó el encuentro del mes de julio de la cita denominada "Diálogo Regional", organizada por Diario El Llanquihue, y que en esta oportunidad tuvo como temática: "Manejo de perros, una tarea pendiente".
Y así como fue ilustrativo, también fue preocupante el resumen de un debate que desnudó los principales problemas que enfrenta la sociedad en cuanto a la tenencia de los canes. Una cita que reunió a representantes de diversas agrupaciones de la ciudad, veterinario y vecinos de Puerto Montt.
Conversación que llegó justo en la semana en que se conoció el ataque de una jauría de perros asilvestrados que terminó con la muerte de varias ovejas, las que eran el sustento de una profesora jubilada en la Carretera Austral. Además de enmarcarse en los casi seis meses de entrada en vigencia de la denominada "Ley Cholito".
Tras una exposición de Alejandra Miranda, representante de Albergando un Amigo, la conclusión de los presentes fue una sola y, aunque parezca tragicómico, es la misma que aparece en un sinfín de otros problemas de nuestra sociedad: no hay educación.
En este caso, el maltrato o desatención hacia los perros -que terminan viviendo en la calle o bajo pésimas condiciones en hogares- no es más que falta de educación, información y empatía.
La gente no vacuna o esteriliza perros por mitos o porque cree que va asociado a enormes gastos, maltrata a perros porque no tienen conciencia del daño físico y psicológico que les puede provocar, y adopta y luego abandona -o los deja recorrer libremente las calles- por falta de empatía, porque no le importa el vecino, porque no se entera si su mascota mordió a alguien o dejó su excremento frente a la puerta de otra persona.
La labor de cada una de estas organizaciones está enfocada en el rescate, en solucionar un problema que para la sociedad es de orden, seguridad y principalmente de salud. Saben que a nivel municipal se aporta con las esterilizaciones y subvenciones, pero se concordó en que la clave es, por un lado, un rol más importante del Estado con leyes mejor redactadas; pero, por otro lado, una educación fuerte, en la temprana infancia, sobre cómo tratar a nuestros amigos pequeños.
Y otra conclusión: tener una mascota no es un derecho, sino que una responsabilidad que asumimos voluntariamente, por lo que hay que tener criterio, no solo con estos animales, sino con la sociedad.