Luego de una larga tramitación, finalmente hemos dado un paso importante en la comisión de Trabajo al aprobar la Reforma Previsional. Y lo realizado es una muestra de que el país puede avanzar en la política de los acuerdos, si en la discusión se dejan de lado los cálculos políticos y aportamos de manera propositiva.

Esto se da en un proyecto fundamental para el país y que viene a mejorar las pensiones para todos quienes hoy son parte del pilar solidario y para aquellos que mañana serán futuros pensionados. Y para su concreción hemos cedido todas las partes.

La reforma introduce más solidaridad al sistema, en régimen, el 81% de los jubilados recibirá un aporte solidario del Estado. Esta es la primera reforma al sistema de pensiones en la historia de nuestro país que logra aumentar las cotizaciones con cargo al empleador.

Hay un punto de inflexión importante, en una iniciativa que toca distintas sensibilidades y que dio paso a un proyecto con distintos matices gracias a la disposición del Gobierno, del oficialismo y de una parte de la oposición que se quiso sumar a este acuerdo. Y esta es la forma adecuada para construir en base a un trabajo mancomunado, una buena reforma en materia de pensiones que sea sustentable en el tiempo.

Logramos arribar a un consenso, ya que entre otros puntos, el pilar solidario iniciado por la administración anterior, se verá fortalecido con una inyección de 3 mil 500 millones de pesos cuando entre en régimen esta Reforma, lo que sin duda será un verdadero aporte al sistema.

Todavía nos queda otro importante paso, pero que esperamos sea de tramitación más ágil para concretar nuestro objetivo de que las pensiones mejoradas comiencen a ser pagadas el próximo mes de enero; esta misma semana, el proyecto ingresa a la comisión de Hacienda, de la que también tengo el honor y la responsabilidad de ser parte, para posteriormente avanzar y ser votado por todos los diputados en sala.

Alejandro Santana Tirachini Diputado RN. Distrito 26, Región de Los Lagos.

El dolor y la tragedia han golpeado fuerte a cuatro familias de la Provincia de Llanquihue, tras idéntico número de accidentes de tránsito con consecuencias fatales, donde dos mujeres y dos hombres perdieron la vida mientras circulaban por las vías de la zona. El primero de estos aciagos sucesos ocurrió el martes pasado, en la ruta que une a Puerto Montt y a Calbuco, donde una sicopedagoga de 29 años murió luego de estrellar su vehículo contra una barrera de contención. El martes y miércoles pasados, en tanto, una joven estudiante de pedagogía en Inglés y un vecino de Maullín perecieron tras ser atropellados. El primer caso aconteció en pleno centro de Puerto Montt, mientras que el segundo en la Ruta V860 (Maullín). En ambos accidentes los conductores responsables huyeron del lugar, sin prestar ayuda, ni llamar a la policía y menos a una ambulancia.

El cuarto siniestro vial fue protagonizado por un chofer este fin de semana (ver página 5), quien pese a tener licencia profesional, manejaba su vehículo en manifiesto estado de ebriedad. El individuo impactó a un matrimonio (ambos de 54 años) que empujaba su vehículo tras sufrir un desperfecto mecánico. Ella murió y él está grave.

Una de las misiones que tenemos como medio de comunicación tiene que ver con dar cuenta todos los días de aquellos eventos que no debiesen ocurrir. Evidentemente, la muerte de una persona en circunstancias trágicas califica dentro de ese criterio. Más aún si el hecho es consecuencia de actos temerarios e irresponsables como, por ejemplo, conducir borracho o manipulando un teléfono celular para enviar o leer mensajes en redes sociales.

¿Qué más debe pasar para que, de una vez por todas, todos nos comportemos como adultos y respetemos nuestras vidas y las de nuestros vecinos? Claro está que la Ley Emilia, inspirada en una niña que murió por culpa de un asesino al volante, no bastó para sensibilizar a todos. Por nuestro lado, seguiremos informando con la esperanza de que, algún día, los homo sapiens demuestren tal condición.