Una realidad en el mundo de hoy, -cada vez más tangible, impresionante, amenazadora e influyente en los destinos globales-, que depende mucho del comportamiento humano, es la del cambio climático. En el que mucho influye la contaminación ambiental, generada por los propios excesos e inconciencia de la humanidad, que aún no le toma el peso a las transformaciones de la naturaleza, provocadas por el mismo envenenamiento del entorno acuático, marino, terrestre y atmosférico, causado por una suciedad descontrolada en todo el planeta, incluyendo las guerras.
Nuestra Región de Los Lagos luchará para que vuelva la cordura y la prudencia en la conducta humana relacionada con el medio ambiente.
Acaba de ser designada como una de las cuatro regiones piloto de Chile, que tendrá la misión de trabajar por el desarrollo sustentable y proponer fórmulas de protección medioambientales, unida a organizaciones público-privadas y de investigación ambiental. La Seremi respectiva concretará este aporte en un tiempo de 12 meses, teniendo claro el objetivo de visualizar el futuro y los desafíos del cambio climático en nuestra región. Que, de alguna forma, ya se ha manifestado en las irregularidades atmosféricas, con rigurosidades invernales prolongadas o desusadas etapas de sequía sureñas, inestabilidades volcánicas, tornados, florecimientos algales nocivos, entre otros fenómenos atentatorios contra la flora y fauna regionales, y el ser humano.
Todos estos son desajustes globales influidos por la tragedia inhumana de la destrucción de los bosques, la depredación no planificada de los productos del mar, la transformación de zonas marinas en basurales con desechos indestructibles y la polución del aire por el accionar sin control industrial y la utilización generalizada de combustibles contaminantes, entre otros factores agravantes.
Todos los esfuerzos que hoy se hagan en virtud de un territorio limpio y respirable, es el mejor legado futuro para las generaciones de relevo y por el bien del planeta sano que merece la humanidad.