Jóvenes construyendo ciudades
Eduardo Carmona Jiménez.Director ejecutivo ONG Canales. Fernando Ortúzar.Director Ejecutivo de la Fundación Teatro del Lago y parte del Directorio de Fundación PLADES.
Ciudades de nuestro país están en constantes cambios. Puerto Montt vive transformaciones a diario debido al crecimiento y desarrollo propio de la actividad económica regional. El desarrollo regional exige más y mejores espacios de encuentro comunitario y vecinal, a través de una activa y eficaz participación ciudadana, con el fin de desarrollar proyectos urbanos que logren la apropiación e identificación de la comunidad. En otras palabras, debemos construir nuevos espacios comunes que respondan a nuestras necesidades con el compromiso de darles un buen uso y cuidarlos entre todos. Debemos buscar el bienestar colectivo y comunitario por sobre lo individual.
El gran desafío en esta discusión es motivar a la población joven de tomar un rol protagónico en la construcción de las ciudades del futuro. En el entendido que no es suficiente pensar y construir ciudades motoras de crecimiento, sino que también deben funcionar como agentes de cambios para mejorar la calidad de todos y todas.
Es la población joven: estudiantes de enseñanza media Científico Humanista o Técnico Profesional; universitarios o jóvenes trabajadores, quienes más habitan la ciudad, a través del deporte, la cultura y la vida comunitaria, por lo que debemos generar estrategias que los involucren en los procesos de participación ciudadana para asegurar así su inclusión en la sociedad y evitar, de esta manera, la marginalización y exclusión, aportando a una real superación de la pobreza y una disminución de la brecha de desigualdad en nuestro país.
Más allá del debate particular sobre, por ejemplo, sacar o no la famosa y polémica estatua de "Los Sentados Frente al Mar" o el nombre que llevará el nuevo Parque Urbano, debemos pensar en una planificación urbana que garantice una buena transición entre la vida estudiantil y la laboral, a través de espacios recreativos de calidad y seguros.
Si algo hemos aprendido con quienes trabajamos, es que las habilidades socio-emocionales en los jóvenes técnicos son muy importantes para la integración laboral. Por lo tanto, debemos asegurar condiciones físico-espaciales óptimas para la formación y desarrollo de jóvenes íntegros, quienes serán el futuro de Chile.
Economías creativas
y empleo
La amenaza de automatización del empleo está generando una preocupación cada vez mayor a nivel internacional. Según un reciente estudio de la OCDE, la digitalización podría terminar con el 43% de los empleos a nivel mundial, mientras en Chile el 53% de los puestos de trabajo podría verse afectado.
¿Qué podemos hacer frente a esta realidad aparentemente ineludible?
La robotización y la inteligencia artificial reemplazarán numerosas actividades, sin embrago, se observa que la amenaza a las industrias creativas es mucho menor en el corto plazo, ya que serán siempre actividades inherentes de humano y, por tanto, imposibles de reemplazar. Este es el camino que ha emprendido Frutillar.
Gracias a la trayectoria de Semanas Musicales, a la labor permanente de Teatro del Lago y a la llegada creciente de agentes creativos de distintos lugares de Chile, Frutillar se fue transformando progresivamente en Ciudad Creativa de la Música, reconocida el 2018 por Unesco.
Y hoy, desde Fundación PLADES, se está realizando un trabajo público privado con el fin de potenciar el desarrollo local por medio de las industrias creativas.
Para ilustrarlo: un estudio elaborado por la Fundación Credicorp Capital, mostró que por cada mil pesos que un visitante destina en actividades en Teatro del Lago, gasta otros $5.600 en la ciudad por conceptos de alojamiento, transporte o restaurantes, sectores que hoy enfrentan de mejor manera la estacionalidad.
Esto no sólo demuestra por qué el crecimiento de las industrias creativas se ha vuelto una tendencia en diversas economías a nivel mundial, nos reafirma que el sello que ha adoptado Frutillar ha pasado de ser un desafío a una realidad, que nos deja en una posición expectante ante los cambios que experimenta la economía.
La cuarta revolución industrial podrá reemplazar el trabajo mecánico de fábricas y facilitar procesos productivos, sin embargo, las industrias creativas seguirán dependiendo del talento natural de las personas que potenciarán una mayor oferta cultural y que al hacerlo adquirirán habilidades claves para enfrentar el siglo XXI.