Marcelo Galindo Gallardo

Ocupando la biblioteca en forma momentánea, los alumnos del primero medio del Patagonia College retornaron a clases ayer a las 8 horas en punto, después del grave incidente ocurrido el lunes, y donde un alumno hirió a un compañero tras dispararle con un revólver Taurus .38 que mantenía todos los proyectiles en su recámara.

Tras el incidente el lunes pasado, la dirección del establecimiento educacional particular adoptó una serie de medidas de seguridad, entre ellas cerrar el portón trasero -por donde ingresó el niño que disparó a su compañero- y contar con guardia de seguridad.

Pero, no sólo en seguridad se tomaron medidas, también en materia de contención para que los alumnos del primero medio donde están la víctima y victimario, tengan un retorno a clases sin inconvenientes emocionales.

El director César Tapia confirmó que la sala donde estaba el primero ya no será ocupada para impartir clases y que incluso se busca que sea un lugar de recreación.

Para Tapia, la carga emocional de los adolescentes es muy fuerte y que por eso se adoptó este cambio.

"Respecto al primero medio, la sala de clases será nuestra biblioteca y sobre la sala donde ocurrió el hecho, la vamos a transformar, daremos un vuelco con la puerta, la ubicaremos en otro sector y la pintaremos diferente", aseguró.

Sociedad

De acuerdo al director del Patagonia College, en todos los colegios existen medidas de seguridad, pero además en todos los momentos hay imponderables que pueden suceder, "pero nosotros tenemos colegios, no son un búnker", precisó.

El docente añadió que en este tema existe corresponsabilidad, "y como sociedad hay elementos que no son sólo parte del colegio, tenemos una responsabilidad, pero también tenemos una corresponsabilidad, se debe entender que este es un trabajo de familia y de colegio", adujo.

Agrega que se trata de un tema que se va a extender por meses, pero que lo importante es recomponer la unidad educativa. "Hay un guardia que estará toda la mañana y el día, que establecerá un nuevo protocolo de ingresos. Vamos paso a paso, y en ello lo fundamental son los alumnos", remarcó.

Durante la jornada de este viernes, nuevamente habrá una jornada de reflexión con los alumnos.

Apoyo

Andrés Romero es apoderado y abuelo de uno de los alumnos del colegio.

Sostiene que este hecho debe ser tomado con mesura y tranquilidad, porque afecta a dos grupos familiares. Indicó que es un suceso que debe ser superado, porque se trata de un buen colegio. "Mi nieto no se dio cuenta de lo que pasó, porque los profesores entregaron el apoyo justo en el momento y él no se percató. Esto lo conversamos en familia, porque estaba en todas las noticias, pero se planteó en forma tranquila, sin juzgar a nadie, porque esas dos familias necesitan mucho apoyo", anotó.

Marcelo Pastene, también apoderado, coincidió en el buen manejo del colegio tras el acontecimiento.

"Los niños, en el momento que los vinimos a buscar, no sabían lo que había pasado, pero al llegar a la casa con las redes sociales es complicado. Mi hija, que está en primero básico, salió y volvió, creyendo que en el colegio que se habían inundado los baños. Ella no tuvo ni idea lo que sucedió, y eso nos da una tranquilidad como apoderados, porque el colegio fue capaz, sin saber lo que iba a suceder, de manejar una situación de esta naturaleza", comentó.

Marcelo Ibáñez, quien dejó a su hijo ayer en la mañana, al ser retomada la jornada, indicó que debe haber más claridad respecto a las medidas de seguridad que se adoptaron.

Para el apoderado, todo ha cambiado entre los jóvenes en los últimos años.

"Yo vengo de una generación de los años '80, donde todo es distinto y ahora resultan increíble las acciones que toman los jóvenes y no miden consecuencias y sólo actúan, pero para ello hay que hablar con los hijos", sostuvo.