A propósito de la efigie a enamorados
La disconformidad con el monumento Sentados Frente al Mar, revive el discreto respeto local hacia nuestros patrimonios.
A través del presente caso del monumento a los enamorados,- desde el 2002 en la costanera porteña-, se manifiesta con bastante evidencia la frágil formalidad y predisposición al resguardo de los patrimonios culturales predominantes en Puerto Montt, no obstante el consabido discurso que exalta el respeto al legado del pretérito puertomontino y sus principales símbolos.
Así como -por voluntad popular o no- se puede eliminar, por las causales que quieran, la efigie de "Sentados Frente al Mar", -que interpreta la emblemática canción que internacionalizó a Puerto Montt el conjunto uruguayo Los Iracundos-, han desaparecido de la geografía de nuestra ciudad-puerto otros relevantes sellos de identidad local, sin que se tome en cuenta opinión alguna ni se considere la representatividad histórica de aquellos.
Así, entre la desidia, la irresponsabilidad cultural, la inconsciencia, fue demolido inconsultamente en 1985 el mentado Monumento al Hombre de Mar, que en justicia -en 1964- las autoridades y la comunidad habían erigido frente a la entrada al puerto en homenaje al capitán mercante Luis Alcázar. También, corrió una mala suerte similar el Hito Cero de la Carretera Austral, que destacaba en la Plaza de Armas y del cual nunca más se supo… Y, como si fuera poco, a la estatua del cacique Cayenel, que estuvo muchos años en la céntrica bajada de Ejército con Seminario, la "desterraron"a Alerce, sin consultar siquiera la voluntad de su creador el escultor Pedro Bustamante. Igual irrespetuosidad ha ocurrido con históricas casonas locales, que no fueron preservadas. Tal cual ocurre hoy con la pretérita Casa Ebel, que sigue cayendo a pedazos, en medio de generalizada indiferencia. Mientras que también se debate entre el abandono y la desconsideración, ese otro valioso sello de identidad local, que es el centenario gran tronco de alerce, recordado como la Silla del Presidente... ¡Y qué decir de ese hallazgo arqueológico de fama mundial -Monte Verde- que, a más de 40 años del suceso, sigue desvalorizado, con sus reliquias en Valdivia y el museo en...proyecto!