Un broche de oro a las actividades conmemorativas del Mes del Mar, en este marítimo Puerto Montt, sin duda, será el lanzamiento en los próximos días del libro "La Marina Mercante Nacional en el Mar Interior de Llanquihue, Chiloé y Aysén", de autoría del Capitán de Barcos, Carlos Appel de la Cruz; obra que será presentada por el conocido escritor sureño Sergio Millar Soto.

Luego de tener la oportunidad de apreciar este valioso aporte a nuestro devenir náutico, estamos ciertos que se trata de una relevante contribución al conocimiento de la historia regional. El texto fue editado por la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile, cuyo vicerrector, el doctor Renato Westermeier, hizo resaltar "el meticuloso trabajo de recopilar ricas informaciones, que completan estas páginas con detalles que podemos atesorar, desde ahora, los que habitamos esta zona rodeada de ríos, lagos y mar, y que nos proyecta como región sus austral construida por personas de mar, luchadoras y amantes del terruño".

Talentosamente editado e ilustrado con centenares de fotografías de embarcaciones, que alguna vez realizaron la navegación regional, el libro tiene como columna vertebral de su contenido el transporte de pasajeros, carga y correspondencia entre Puerto Montt y la Laguna San Rafael, puertos y caletas intermedias. Además de abrir espacios significativos a la construcción naval, al cabotaje hacia y desde el Estuario de Reloncaví y la navegación fluvial en la zona de influencia del Río Maullín. Así como, igualmente, la presencia -en la zona de los canales- de empresas navieras extranjeras que aportaron a la importanción y exportación.

Esos temas y otras actividades conexas, como la caza de la ballena, el proyecto de la apertura del Istmo de Ofqui, de las naves y la acuicultura, la construcción de faros, junto al perfil de marinos mercantes destacados -como el capitán Luis Alcázar-, nutren las páginas de este imprescindible estudio acerca de la navegación en el Mar Interior de Llanquihue, Chiloé y Aysén. Y que pronto se hará a la mar de la cultura histórica de Puerto Montt y la zona.

Hace pocas semanas, los medios volvieron a ocuparse de la manifestación más cruda de la pobreza y el abandono; el ministerio de Desarrollo Social dio a conocer el "Conteo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle", que desarrolló la Universidad Alberto Hurtado.

El número resultante de "niños y adolescentes, entre 5 y 17 años 11 meses 29 días de edad, que hayan pernoctado al menos una vez en el último año sin la compañía de un adulto responsable en lugares públicos o privados que no tienen las características básicas de una vivienda aunque cumplan esa función", fue de 547.

Aunque son un grupo pequeño en cantidad, es muy complejo en su intervención y tratamiento y requiere de una diversidad de servicios articulados en torno a cada niña y niño. La experiencia de vivir en calle es dolorosa y queda grabada como un pasado -y en muchos casos- como un presente traumático.

El II Catastro de Personas en Situación de Calle de 2011 contabilizó en 762 a los niños y adolescentes que sufren el sinhogarismo, más que la cifra entregada hace pocas semanas, pero coherente, porque incluye a quienes están con sus padres en esa situación. Ese mismo informe indica que la causa principal que conduce a los niños a la calle son problemas familiares, sin embargo, el 83,6% mantiene aún un contacto con la familia y el 51,7% vivió´ en una residencia para menores antes de comenzar su vida en calle.

Esto se explica en la búsqueda de cariño y contención emocional que requieren y que sólo sus familias pueden dar. Además, revela que muchas de estas dificultades son susceptibles de ser revertidas, con apoyo terapéutico y social.

Se requiere con urgencia de la Ley de Garantías de los Derechos de la Infancia. Una suerte de AUGE social de los niños, que aborde todas las múltiples vulneraciones que padecen y los acoja, cuide y repare sin excusas ni dilaciones.

Paulo Egenau, director social del Hogar de Cristo