Desperdicio de agua
Dicen que se pierden 15 litros de agua, si se lavan los dientes con la llave abierta. Me pregunto: ¿Cuántos litros de agua se estarán perdiendo en una fuga de agua por rotura de cañería subterránea, ubicada en calle Las Dalias, a la altura de la manzana 14 en Villa Las Rosas, Mirasol?
Llamé a Essal. Después de pasar por varias grabaciones, me contestó una mujer, que insistió en pedir el número del cliente. Le expliqué que el problema no era en mi casa, ni siquiera en la vereda, sino en la calle. Le dije textual: "Le estoy haciendo una paleteada (favor) denunciando esta situación, como tanto se dice que hay que cuidar el agua...". Entonces, ella contestó que lo iban a verificar y no hoy sino en el plazo de una semana a diez días… Ha pasado como un mes y se sigue perdiendo el agua.
Ah, me olvidaba, también me dijo que toda la comunicación había quedado grabada.
"Cuidemos el medio ambiente, el agua es vida", reza el lema. Pero, ¡practiquémoslo!
GIOVANNA JORQUERA GONZÁLEZ. Profesora Jubilada.
Carne y soya
En el artículo de El Llanquihue del Jueves 23 del presente mes sobre la prohibición de usar la palabra carne para productos sustitutivos a base de soya, el presidente de Sago señala que estos últimos son los culpables de la tala de millones de hectáreas de bosques para plantar soya.
Pero la realidad es otra: la soya se destina principalmente a alimento para el ganado con el objeto de producir carne. Solamente una muy pequeña proporción se usa directamente como alimento humano en hamburguesas u otros productos.
Sin duda, consumir proteinas a través de soya es mucho más eficiente energéticamente que a través de la carne. Eso no quita que se deba identificar correctamente cada producto para evitar confusiones.
FRITZ MEINADUS BADE.
Parque Metropolitano
En la edición del jueves 16, el director regional del Serviu describe el futuro Parque Metropolitano de nuestra ciudad en términos que no dejan de llamar la atención: en primer lugar, por la ausencia de cualquier mención al Museo de Monte Verde, que se suponía había de ser el gran componente "cultural" de este parque, y en segundo término por su énfasis en lo "verde", acuático y natural, por sobre las construcciones, como si este parque hubiese de alzarse en Santiago y no en una ciudad como la nuestra, llena de laderas verdes, al borde de una enorme extensión de agua, sin contar la que nos cae del cielo y donde el pasto crece hasta en la juntura de las baldosas. Por su parte, nuestro intendente profetiza que "allí se va a generar un nuevo espacio de encuentro familiar y recreación…". Creo que esta visión de futuro habría que aterrizarla un poco. Para empezar, ¿en qué ocasiones puede una familia disfrutar de encuentros en un lugar público? Con suerte, los fines de semana, cuando los hijos no están en el colegio y siempre que los padres no tengan algún turno o segundo empleo. Una segunda determinación está dada por nuestro clima: un parque tan "natural" y verde, a cielo abierto, requiere que no esté lloviendo ese preciso fin de semana cuando nuestros hipotéticos padres encontraron el tiempo para pasear con su prole, lo que significa que por muy bonito y ambientalmente correcto que se vea, especialmente para un ojo santiaguino, podría terminar siendo un elefante blanco - verde en este caso - de más de tres mil millones de pesos. En este momento reviso la encuesta de "Soy Puerto Montt" y veo que el 95,12% de los encuestados no ha visitado los nuevos parques de la ciudad.
Nuestra ciudad requiere espacios públicos techados, que puedan ser de utilidad todo el año y no sólo durante el verano. Los sitios de este tipo que he visto en muy diversas ciudades son establecimientos como la isla de los museos en Berlín o el acuario de Sidney, disponibles para las familias en toda condición climática y por sobre todo aptos para ser utilizados en forma programada por la comunidad escolar. Estas entidades, como habría de ser el hipotético Museo de Monte Verde, tienen la posibilidad de ser gestionadas en forma activa y creativa ,de modo de constituir un atractivo permanente y un ente enriquecedor de la identidad y acervo cultural de una comunidad. En nuestro Parque Metropolitano podríamos tener un conjunto de museos, tales como el de la Imagen, en el que encontrásemos las fotos, pinturas, filmaciones, etc., que nos han retratado a lo largo del tiempo, así como un museo de los juguetes y de las herramientas, mostrando la forma en que han venido construyendo su mundo y otorgando significados las sucesivas oleadas originarias y migratorias en este territorio y maritorio. Esto por mencionar solamente dos opciones, que harían del parque un atractivo tanto para el habitante como para el visitante.
Tratemos de no despilfarrar un dineral en algo que podría verse muy bonito el día inaugural y luego esté desierto la mayor parte del tiempo.
RENATO ALVARADO VIDAL.