El brasileño Karim Ainouz se alzó como el gran triunfador de la segunda sección más importante que se realiza en el Festival de Cannes: Una Cierta Mirada. Y lo hizo de la mano del melodrama "La vida invisible de Eurídice Gusmao", en el cual denuncia el patriarcado en Brasil a través de un recorrido de la adolescencia a la vejez de dos hermanas cariocas en los años 50, cuyos sueños quedan enterrados por el peso de una sociedad machista.

Al recibir el premio, Ainouz se lo dedicó a sus protagonistas, Carol Duarte y Julia Stockler, que actúan por primera vez en una película, así como "a todas las mujeres del mundo". En Brasil "vivimos un momento donde hay mucha intolerancia", dijo el cineasta.

Basada en la novela homónima de su compatriota Martha Batalha, la cinta se centra -por un parte- en Eurídice, quien está obsesionada por ser pianista y luchará durante años para entrar al conservatorio, pese a que ni su padre ni su esposo son capaces de entender por qué. La otra hermana es Guida, a quien la desgracia la golpeará de muy joven, debiendo formar una familia menos convencional.