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Proyecto reforma al sistema de pensiones

Carlos Stange Bravo. Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt. Claudia Flores Rivera | Docente de Pedagogía en Educación Diferencial | Universidad San Sebastián Sede De la Patagonia.
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El comercio representa un 9,3% del PIB y el 31% de las empresas que hay en el país, somos el 24% de la masa laboral y sólo el comercio emplea a 1.538.390 personas. Somos los mayores empleadores de trabajadores extranjeros, mujeres, adultos mayores y jóvenes. Como representante de más de 6.000 comercios a lo largo del país, como gremio, apoyamos el proyecto de reforma al sistema de pensiones en términos generales y esperamos que se logren amplios consensos para avanzar de manera urgente. No podemos seguir postergando esta realidad que a todos nos aqueja, por el bien del país y de los actuales y futuros adultos mayores. En cuanto al proyecto en particular, centramos nuestra discusión en tres puntos estratégicos. En primer lugar, los cambios demográficos hacen necesario aumentar la tasa de contribución obligatoria para adecuarse a las nuevas expectativas de vida de la población. El proyecto propone aumentar la cotización para pensiones en 4%, de cargo del empleador, de manera gradual en un plazo total de 8 años. Como empleadores del comercio estamos dispuestos a hacernos cargo de dicho aumento. Incluso hemos sido propositivos en este sentido, por lo que estimamos adecuada esta medida, sobre todo tomando en consideración que se trata de cuentas de propiedad de los afiliados. En tanto, sobre la administración de este 4%, valoramos la inclusión de mayor competencia. Pero, cabe preguntarse si las AFPs podrán establecer comisiones por los fondos sobre el 10%. Y si deben competir, deberán considerar fuerza de ventas lo que actualmente se critica de las AFPs, por encarecer las comisiones. Nos parece más adecuada la creación de un ente de administración privada y licitada, como la Administradora de Fondo de Cesantía, que tenga por fin exclusivo administrar el fondo generado con las cotizaciones del 4% adicional. Los incentivos que se proponen para extender la edad de pensión de vejez, compartimos las medidas, ya que un incremento de 5 años en la edad de jubilación de las mujeres podría aumentar su pensión entre un 35 y un 50%. Sin embargo, esto por sí solo no es suficiente, ya que es necesario adecuar nuestra regulación laboral para que los adultos mayores puedan equilibrar de manera adecuada sus capacidades con los requisitos del mundo laboral.


Madres


especiales

Por el mundo de la discapacidad, mayoritariamente vemos que los caminos los transitan las mujeres: las madres. Es común ver cómo salen adelante y cómo, pese a la incertidumbre, siguen sosteniendo la maternidad contra viento y marea, respondiendo a las adversidades de los momentos, ciclos y circunstancias con las que se convive a diario cuando se es madre de un niño con discapacidad.

La vida de una madre especial transcurre entre visitas al médico, salidas repentinas al hospital, reuniones con especialistas; momentos de aflicción y desesperación, noches de desesperanza y preguntas sin respuestas. Puerto Montt tiene esa habilidad de hacer que la lluvia, en las noches de temporal, limpie todas aquellas situaciones, inyectando energía y fuerza para continuar el camino. Estas madres logran resistir los combates de la soledad y la crianza especial, saliendo victoriosas en la labor emprendida. Las vemos en las calles trasladando a sus hijos, llevándolos a las escuelas, a sesiones con especialistas, en las consultas médicas, y en un sinfín de actividades, que la gran mayoría de las veces están vinculadas con las necesidades de sus hijos.

Estas madres aceptan el desafío de hacerse cargo, pese a lo difícil o complejo de la labor. Tarea que muchas veces puede parecer exhaustiva, agotadora o inclusive con grandes dosis de estrés, pero siguen ahí, luchando cual guerrera en un combate de los más duros. Son mujeres y madres de una fortaleza envidiable. Les ponen el hombro a la adversidad y luchan sin descanso por el bienestar de sus hijos. Este es el lado valeroso de la discapacidad. Ver mujeres como éstas que, pese a todo, saben que lo mejor para ellas mismas es estar al lado del nido, de sus hijos; cuidándolos, acompañándolos y aprendiendo junto a ellos. Mujeres comprometidas, alegres, valientes y generosas, que muchas veces dejan de lado sus proyectos personales por brindar lo mejor de ellas mismas en el camino de la crianza y el acompañamiento diario. Reconocen y saben que la vida es un continuo, y que nada, ni nadie les puede robar las sonrisas de sus hijos con cada logro obtenido. Son las que, por muchos años, han promovido la inclusión social, abriendo las puertas de diferentes espacios educativos para que sus hijos logren participar en igualdad de oportunidades, como cualquier estudiante.