Pokémon traspasó hace años las fronteras de la televisión.
El programa animado que nació en Japón, ya ha llegado al cine, a las consolas e incluso a los smartphones con el exitoso juego llamado "Pokémon Go". Ahora, en una nueva apuesta de Warner Bros., algunos de los más reconocidos personajes regresan a la pantalla grande en una versión en acción real, donde se les ve compartiendo con seres humanos en una peculiar ciudad donde conviven como iguales. "Detective Pikachu", que llega este jueves a la cartelera nacional, aborda la historia de Tim (Justice Smith), un joven hijo de un detective que se traslada hasta Ryme City para aclarar la repentina muerte de su padre en medio de una confusa investigación.
Para bien o para mal, esta ficción dirigida por Rob Letterman está especialmente dedicada a los fanáticos de Pókemon. Por esta razón, quienes no comprendan qué es una batalla Pokémon, qué pasó en las películas animadas anteriores y qué son las tarjetas de intercambio, puede que solo les resulte interesante los primeros 15 minutos de película. Ante la falta de explicaciones y contexto, la trama parte mostrando a los Pokémon como parte de la vida cotidiana de las personas, donde ambas especies viven en armonía, pero en amenaza ante los planes de un multimillonario que pretende convertir a la humanidad en pokémones, utilizando sus cuerpos para ser más poderosos.
En medio del peligro, Tim y su nuevo compañero Pikachu (en la voz de Ryan Rynolds) deberán emprender la búsqueda de quienes están detrás de una poción que hace que los Pokémon pierdan el control por algunos segundos y desaten su fuerza en exceso.
En un principio, todo parece apuntar al poderoso Mewtwo, lo que los llevará a visitar oscuros y enigmáticos sitios. A grandes rasgos, "Detective Pikachu" funciona a medias con su trama liviana que carece de contexto para llegar a todo público.
Aun así, el atractivo del carismático Pikachu genera empatía y emociones que atraerán fácilmente a los niños en el cine, apoyado por una gran calidad en el trabajo digital que dificulta distinguir las imágenes que fueron trabajadas en computador de las reales.