En la Edición Domingo de este Diario, abordamos la realidad del mercado laboral de la región, en una nueva versión del "Diálogo Regional"; instancia que sirvió para adentrarnos en la realidad del empleo, más allá de las frías cifras, que si bien sirven de contexto, no logran dar luces de una serie de otros aspectos que cruzan la empleabilidad.
Porque si bien la región luce cifras bastante positivas en cuanto al indicador de cesantía, las estadísticas no logran reflejar lo que efectivamente sucede en cuanto a la calidad del empleo que generamos y a los sistemas de turno, al empleo informal o a la falta de fiscalización para dotar de mayor seguridad a los trabajadores.
Y en ese contexto, convocamos a especialistas y representantes de diversos gremios, para abordar esta materia tan sensible y trascendente para el futuro y desarrollo de la región; y si bien todos coinciden en el diagnóstico, no es tan claro que todos estén pensando o tengan una fórmula común, para enfrentar los desafíos laborales que demanda el Siglo XXI. Quizás sí en lo único en lo que todos tienen una mirada estándar, es que la capacitación no sólo es clave para la modernización del sistema, sino que es imprescindible. Pero da la impresión que nuestra región debe trabajar en redefinir su estrategia de desarrollo regional, y a partir de allí, construir de la mano de nuestras industrias, para formar para las necesidades de la zona, con grados de especialización que nos distingan, con competencias específicas y con mirada de largo plazo, que nos permita reconvertir la actual mano de obra, en virtud de las tendencias que vienen.
El teletrabajo, la flexibilidad laboral, la automatización de las industrias, la reconversión y tantas otras materias que van por esta línea, hoy ya son una realidad, y da la impresión, que no todos lo han advertido, o poco y nada hemos hecho para estar a la altura de las nuevas demandas laborales.