Marcelo Galindo Gallardo

Recién 24 horas después, Tamara Gómez, la joven que vivió la tragedia a menos de 10 metros, pudo dar a conocer con tranquilidad los angustiantes minutos tras la caída de un avión con seis personas en el antejardín y parte de la casa de su vecino.

Tamara recién ayer también pudo conocer la triste noticia, que en la aeronave viajaba el novio de una amiga y que se convirtió en una de las seis víctimas fatales de un martes 16 de abril, que nunca más será olvidado por ella y menos por los residentes de la calle Volcán Hornopirén.

La joven habitante del barrio emplazado cerca del aeródromo La Paloma, se convirtió en testigo clave de lo ocurrido el martes en la mañana.

Dijo que estaba en su pieza y que estuvo a punto de desmayarse, que quedó sin reacción tras la fuerte explosión y la gigantesca llamarada a metros de su hogar.

Aunque llegaron los organismos de emergencia, Tamara tuvo una reacción tardía y lenta, sin entender lo que pasaba.

Shock

Relató que estaba en el segundo piso del inmueble, arreglando sus cosas para salir a trabajar.

"Fue horrible, quedé impactada, quedé como 10 minutos en la casa dando vueltas, logré reaccionar un poco, salí y deje las puertas abiertas, porque ingresaron los Bomberos y los Carabineros que derribaron la cerca", manifestó.

Comentó además la vecina de la calle Volcán Hornopirén, que el fuego alcanzó la parte del plástico, las ventanas y el techo.

"Quedé en estado de shock, hubo un rato que casi me desmayé, y escuchaba que llegaron las ambulancias, pero no entendía nada, porque había mucha información y era la única persona que estaba en las tres casas", añadió.

Tamara reflexiona y se da cuenta en el momento de la tragedia que el avión pudo haber caído sobre su casa y sobre ella.

"Si el avión hubiese caído algunos metros antes, me hubiese impactado a mí estando sola. Fue terrible, pero lo peor es que me enteré hoy que uno de los fallecidos era el novio de una amiga, todo esto me tiene muy conmocionada y al recordar también me afecta", reflexiona.

Tranquilo

La vecina que vio caer el avión en la vivienda aledaña, dijo que los daños provocados por el accidente, en su propiedad, fueron mínimos comparado con los otros.

Dijo que tras ser controlada la emergencia, ella y su familia pudieron ingresar al inmueble, que está habitable.

Taparon las ventanas dañadas con plásticos y el proyectil que llegó a la casa no provocó más daño.

El gas y la electricidad también estaban funcionando.

"Queremos seguir acá, porque el sector es tranquilo, además es accesible a todo y los accidentes pasan una vez a las mil y nos vamos a quedar aquí, porque hay un ángel que nos cuida", afirmó.

Tamara también pudo ver el vídeo de la caída del avión. "En el vídeo del supermercado se ve que yo abro las ventanas cuando el avión cae. Yo miré por la ventana por el ruido, pero el estruendo fue enorme, horrible y pensé que alguien había chocando contra la reja, porque fue como cuando golpean metales", revela.

Vecina lesionada por la explosión iba todos los días a comprar al supermercado

Lucy, de 51 años, iba casi todos los días a comprar al supermercado de Jardín Oriente, e incluso en algunas oportunidades aprovechaba el viaje para pasar a ver a su nieto que está en el Colegio Pumahue.

La mujer, quien es una reconocida costurera del barrio de Jardín Oriente, fue quien resultó con lesiones graves producto de la caída del avión.

El video que ha circulado por las redes sociales que muestra el momento preciso en que la aeronave se estrella, muestra a Lucy que en fracción de segundos se alcanza a percatar del avión y huye algunos metros.

Pese a ello, los restos del fuselaje la golpean muy fuerte, provocándole fracturas en ambas extremidades.

Jean Pierre Frez, director subrogante del Hospital de Puerto Montt, confirmó que fue intervenida quirúrgicamente y que se recupera.

"En este momento se encuentra fuera de riesgo vital, consciente y muy estable, solamente está con tutores externos producto de las fracturas", enfatizó el médico.

Haydée Leiva, vecina de Lucy, dijo que la conocía hace 20 años y se mostró impactada con lo ocurrido.

"Sentía que podía ser un vecino o vecina, pero nunca una persona tan cercana a nosotros. No estamos comiendo juntas todos los días en la misma mesa, pero es una vecina que uno la respeta y la quiere, y por ello nos sentimos impactadas. La iremos a ver para estar con ella. Ella estuvo a segundos de haber perdido la vida, el avión quedó a pocos metros. No estaba su momento o su hora y a Dios gracias el avión cayó en una casa deshabitada, sino hubiesen habido más muertes que lamentar", manifestó.