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Puertomontino es el primer chileno en ganar el pulitzer

RECONOCIMIENTO MUNDIAL. El además ex estudiante de la Escuela 3 Melipuli venció en el relevante premio con fotografías de la "caravana migratoria" que se dirigía a Estados Unidos el año pasado.
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Carlos Urbina Arancibia

¡Simplemente notable! Lo conseguido por el puertovarino-puertomontino Edgard Garrido, es de los reconocimientos más relevantes -y con gran impacto a nivel mundial- que ha conseguido un hijo de esta tierra. A su haber tiene ahora, nada menos que el premio Pulitzer en la categoría "Breaking News Photography", condecoración recibida en New York.

"Una narrativa visual vívida y sorprendente de la urgencia, desesperación y tristeza de los migrantes mientras viajaban a los Estados Unidos desde Centroamérica y Sudamérica", fue lo que dijeron los encargados del premio sobre el trabajo de Garrido y otros 10 fotógrafos del equipo de la agencia Reuters que consiguió tan preciado galardón.

Y es que claro, el fotoperiodista logró el reconocimiento registrando con su lente los difíciles momentos que miles de migrantes vivían en 2018 en la larga caravana que pretendía llevarlos a Estados Unidos.

Testigo presencial de un dolor que con los meses se transformó en reconocimiento para el profesional egresado de la Universidad de la Frontera en Temuco, y que sin duda cambiará para siempre su vida.

Orígenes

Pese a que hoy vive en México, el talento de Garrido comenzó en nuestras tierras. Nació en Puerto Varas por motivos circunstanciales, porque su madre trabajaba ahí -relata-, pero toda su niñez y adolescencia la vivió en la capital regional.

Sus vínculos con nuestra zona aún son fuertes. "Tengo a mi papá en Puerto Montt, el resto de mi familia se ha mudado a otros lugares. Aunque también tengo algunos familiares en Casma", cuenta quien fue alumno de la Escuela 3 Melipulli y también del Liceo Comercial.

"Ahí tengo muchos recuerdos de queridos profesores. Una de los que más recuerdo fue mi profesora de la básica, la señora Carmen Yubano, no he sabido nada de ella hace un par de años, pero sí, ella fue muy importante para mí", cuenta con nostalgia.

- ¿Cuándo te fuiste y por qué?

- Me fui de Puerto Montt el 95', primero para estudiar Historia y Geografía en la Universidad de la Frontera, pero sólo estuve un año y me di cuenta que mi camino era el Periodismo y me cambié de carrera.

-¿Cuándo habrá sido la última vez que anduviste por aquí?

- La última vgez que estuve en Puerto Montt fua a finales de 2017 y principios de 2018. Fui a cubrir la noticia del Papa a Santiago y Temuco y aproveché de ir a visitar a mi papá.

- ¿Cuándo llegaste a Reuters y cómo fue la experiencia de participar en ese premiado reportaje?

- Trabajo con Reuters desde 2016 en Honduras. Viví cinco años ahí y me trasladé a Ciudad de México, para seguir trabajando para ellos. En 2004 y 2005 ya había tenido algunas colaboraciones con ellos cuando estaba en Santiago, entonces esto permitió una oferta laboral afuera del país.

Participar en esta historia que cubrimos fue un trabajo muy importante para mi, porque requirió mucha logística. Fue titánico y duró un año completo y abordamos distintos matices de la migración: los orígenes, las motivaciones de las personas que deciden realizar este éxodo. Y también todo lo que sucede una vez que ellos entran a Estados Unidos.

Pasé unos cinco meses fuera de mi casa para poder realizar este trabajo. Eso significó una gran experiencia en lo laboral y personal. Probablemente, claro, marca una historia para mí como fotoperiodista.

- ¿Cómo es tu vida en México?

- Durante mis cinco años de estadía en Honduras, me casé y mi hijo nació allá. Ahora vivo en México con mi familia de tres personas. Tengo una vida normal de trabajo diario, mi área de cobertura es México, Centroamérica y el Caribe ... a veces Sudamérica. Por eso viajo bastante para realizar estas coberturas. Es principalmente ese mi trabajo.

- ¿Planes de volver?

- Por ahora no tengo planes de regresar. Todavía me siento joven (43 años). Todavía me quedan pilas para seguir fuera del país, tengo ánimo. Pero siempre está presente la idea de regresar. No ahora, pero yo no me imagino la vejez en otro lado que no sea allá, mi casa, la patagonia.

Nosotros tenemos una pequeña casa en Quillaipe y cada vez que voy para allá me meto ahí, me voy a encerrar, ahí estoy. Ahí es mi vida, caminando al lado del mar, entre los cerros, ahí es donde a mi me gusta estar, pero dificilmente podría hacer cosas relacionadas con mi profesión viviendo ahí.

"Agradezco mucho que la gente esté contenta, sobre todo la vinculada al área del periodismo... la gente de la universidad, compañeros fotógrafos y comparto este reconocimiento con ellos de todo corazón. Recuerdo a muchos y tengo aún contacto con mucha gente ahí en Chile", finaliza con absoluta modestia, ignorando la soberbia que, cualquiera que ganara similar reconocimiento, pudiese tener. Un ejemplo de pasión y humildad.