Desde hace tiempo, que Puerto Montt dejó de conmemorar, como corresponde, el Día de las Américas, que internacionalmente se celebra cada 14 de abril, desde 1989, como ocurrirá el próximo domingo.
Sobre todo, en los tiempos actuales en que está en su apogeo la emigración interamericana y ya tenemos en nuestro país y en nuestra ciudad puerto a un buen número de inmigrantes de vecinas naciones de nuestra América, revivir por estos confines este evento de hermandad sería todo un acierto y noble gesto de buena voluntad.
En todo caso, desde la pretérita enseñanza primaria, se añora con afecto y simpatía aquel día de la fraternidad americana. Y en esta oportunidad también se cumplen 20 años de aquel 14 de abril de 1999 en Puerto Montt, cuando nuestro colaborador Archibaldo Toloza Paredes, acompañado de su familia, se dio a la tarea de revivir esta fecha histórica de hermandad americana. Contó con la vital colaboración de los directores Augusto van der Stelt, de la Escuela Cayenel, guardadora del pabellón de la República Oriental del Uruguay, y de Juan Aguilar, de la Escuela República Argentina. Escenario de la celebración fue el salón municipal, cedido por el alcalde Raúl Blanco Watson. Fue un programa organizado y desarrollado con mucho amor, talento y justeza, que impresionó y emocionó a las autoridades, cónsules, profesores y alumnos. Sobre todo, al momento de la entonación de los himnos patrios de Chile, Argentina y Uruguay, junto a las canciones y bailes típicos a cargo de los escolares.
El discurso relevante del festejo americanista, aquella vez, estuvo a cargo del cónsul argentino, abogado Ignacio Guillermo Livy. "El mensaje integrador de la generación revolucionaria de mayo y de nuestros libertadores, sigue vigente hoy más que nunca y nosotros estamos llamados por la historia a concretarlo definitivamente", dijo el diplomático.
Hoy, cuando tanto se habla de la hermandad americana, deberíamos -a lo menos- entonar el Himno de las Américas en nuestros colegios.