María Consuelo Ulloa M.
Una puesta en escena minimalista, que invita a los espectadores a reflexionar sobre la soledad, la frustración, las esperanzas, las ambiciones y el deseo, todo a través de la música y un diálogo íntimo.
"Arpeggione", que cierra la trilogía Buenaventura de Luis Alberto Heiremans -estrenada en 1974 en el Teatro Universidad de Chile-, llegará este fin de semana a Teatro del Lago, para presentar una versión que si bien incluye nuevos elementos, mantiene la esencia de uno de los escritores y dramaturgos chilenos más prolíficos de la generación del 50.
"Este proyecto trata del ensayo de dos músicos de la Sonata en La Menor para violonchelo y piano de Franz Schubert. Esa es la circunstancia dada, desde ese lugar, con el equipo de trabajo conversamos que teníamos que ser respetuosos con lo que el texto proponía y eso es las canciones y los movimientos de la obra, entonces más que una actuación, nosotros hemos sido súper fieles a lo original, lo que hemos hecho es que con recursos teatrales la hemos hecho más asequible a la actualidad, acercar esta dramaturgia", explica Jesús Urqueta, director de la propuesta.
El encargado del trabajo agrega que esto mismo ha generado una buena recepción por parte del público. "La experiencia con las distintas temporadas que hemos tenido, la reacción de la gente es de profunda tristeza por la estructura que plantea Heiremans, que habla de alguien que está con mucho miedo, sumergido en sus temores, en su soledad y la relación con la otra persona hace aparecer soluciones, pero finalmente la vida se encarga que este personaje siga sometido", adelanta Urqueta.
Rosa y Lorenzo
Así también lo describen los protagonistas de esta combinación de música y teatro, Claudia Cabezas y Nicolás Zárate, quiénes además relatan cómo ha sido interpretar a Rosa y Lorenzo.
"Para construir este personaje, nos ayudó mucho el músico Marcello Martínez, porque nos habló mucho de que las mujeres eran las que enseñan a tocar el piano antes, pero no eran reconocidas por eso, porque era un lugar que les correspondía a lo hombres. Y en eso nosotros nos basamos, en la idea de este hombre encerrado en su mundo, incapaz de ver a otro, pero Rosina (como le gusta al personaje que la llamen), va abriendo en él preguntas existenciales y sobre el arte también", detalla Cabezas.
La actriz comenta que para ella, realizar este rol "ha sido muy lindo". "Cuando leímos la obra, el personaje de Lorenzo nos pareció súper machista y yo dije: 'cómo voy a defender a esta mujer, sin odiar a él', pero a medida que fuimos ensayando, descubrimos que lo que aparecía más que el machismo, era un artista encerrado en sí mismo. Esta es una obra que habla de la amistad, de cómo se generan relaciones entre las personas, y en ese sentido, Rosa abre un femenino en él y en ella misma, que son temas que no se hablan mucho en teatro", asegura.
Zárate, relata que su papel lo abordó, mostrándolo como "muy narcisista, muy solo, con hartos problemas, como un genio a nivel musical, pero un niño a nivel emocional". "Eso es algo que no pasa nada de moda y la incapacidad de relacionarse es más actual que nunca", destaca el actor.
Por otro lado, el intérprete de Lorenzo coincide junto a sus compañeros de equipo en la gran oportunidad que significa el poder traer "Arpeggione" al Teatro del Lago.
"Me parece maravilloso, porque esta es una obra hermosa, una de las que más me ha gustado, que más le he tenido cariño y he hecho varias. Toca temas que son trascendentales; el amor, la amistad, la música, el arte, la soledad, y pareciera ser muy simple, pero es muy profunda", apunta.
La obra, que es una producción de Matucana 100, se podrá ver este viernes y sábado en el centro cultural de Frutillar, a las 20 y 19 horas respectivamente. La entrada general tiene un valor de 10 mil pesos y puede obtenerse en la boletería del mismo teatro o en la página web teatrodellago.cl.