Peor calidad de aire
Recientemente, se ha publicado un informe de GreenPeace junto a Airvisual sobre calidad del aire que se respira. Los resultados son lapidarios, nuestro país lidera el vergonzoso ranking de ciudades con peor calidad del aire de A. Latina, incluyendo a Padre las Casas (primer lugar), Osorno (segundo lugar), Valdivia (cuarto lugar) y Puerto Montt (décimo lugar), por mencionar algunas.
¿Cuántas personas han muerto producto de la combustión de leña en el sur de Chile? ¿Cuánto dinero ha invertido el Estado en tratamiento de enfermedades respiratorias asociadas a la contaminación? ¿Cuántas hectáreas de bosque ha perdido el país por el uso indiscriminado de leña? ¿Cuál es el origen de la leña que consumimos? ¿Cuánto estamos acortando la vida de los habitantes del sur por exposición prolongada a la contaminación?
Hasta que no surja una solución de fondo, nuestra sociedad vive en un riesgo permanente sólo aplacado por las lluvias que aún el cambio climático no es capaz de alterar. Mientras tanto, algunas soluciones desde la ciencia se han planteado. No hace mucho, el investigador Héctor Becker, de la Universidad del Biobío, desarrolló una estufa que ahorra en un 75% el consumo de leña, pero, como suele ocurrir, el apoyo a estas soluciones es insuficiente y con escaso interés por parte de las autoridades.
En términos políticos, un esfuerzo serio por encauzar esta crisis es comprometerse con la realización de planes y programas que apunten a la eliminación paulatina y decidida del uso de combustibles como la leña y el carbón, a partir de lo cual, podremos enfrentar de mejor manera la dependencia del diésel. Eso es seriedad, cualquier medida intermedia, no es más que un placebo que no ataca el problema real en cuestión. Debemos actuar ya.
JAIME SÁEZ y RODRIGO DÍAZ.
Invernaderos en la zona
Con frecuencia, estamos viendo como cada día que se necesitan crear puestos de trabajo en diferentes sectores; sin embargo, no nos hemos preocupado de mirar en forma clara y precisa a nuestro alrededor, donde podemos crear puestos de trabajo a base de la iniciativa de nuestra autoridades comunales, provinciales y regionales, y expandirlo al ámbito nacional. En países nórdicos -como Noruega- enseñan el cultivo y consumo de vegetales en los jardines infantiles, creando de esta forma una conciencia ciudadana futurista, que en nuestro país hemos venido difundiendo durante varios gobiernos -incluyendo el actual- y jamás se nos ha tomado en cuenta por las razones que todos los chilenos conocemos.
No pensemos en el ámbito de los jardines infantiles, pensemos en los ámbitos hogareños y poblacional, donde sabemos que un alto porcentaje de sus habitantes desconocen en profundidad estas tecnologías y para lograr formar la base debemos abocarnos prácticamente a disponer que estos habitantes tengan algunos incentivos que permitan hacer prender la semilla dentro de sus hogares y con ello estarán obteniendo varios premios, como: 1. Incentivar a sus hijos menores a practicar los cultivos de vegetales. 2. Ahorrar dinero en la adquisición de vegetales. 3. Estar formando jóvenes con criterios claros, honestos y valederos ante cualesquier sociedad.
Para lo anterior, es necesario, repito, que los alcaldes, gobernadores, intendentes, concejales, consejeros, diputados, senadores, se pongan las pilas para crear los entes de que estoy hablando y que básicamente consisten en financiar en todas las poblaciones de las comunas, provincias, regiones y del país en general, la construcción y levantamiento de invernaderos. Y de acuerdo a las capacidades de terreno que cada pueda disponer y dedicar personal adiestrado a asesorar el levantamiento y los cultivos en cada hogar, que de hecho no ocupará un tiempo mayor.
Dejo lanzada la propuesta y ahora que estamos a poco tiempo de próximas elecciones, no me cabe duda que los "dioses" terrenales que nos gobiernan desarrollaran sus ingenios y favorecerán al pueblo. Les digo: No se olviden de crear invernaderos.
ALIRO ROLANDO CANO TRIBIÑO.
Incongruencia
Resulta paradójico que las feministas, que el 8 de marzo han salido a protestar para que se les respeten "sus DD.HH., también marchen para que se "violen los DD.HH. de sus propios hijos".
En otras palabras, piden terminar la violencia contra las mujeres, pero, exigen al Estado garantizar "su derecho" a ejercer "la violencia homicida" contra vidas humanas inocentes.
¿No sería más congruente predicar con el ejemplo, y amar y defender el derecho a la vida de sus propios hijos y, paralelamente, pedir que se termine la violencia homicida en contra de las mujeres?
LIONEL ALVAREZ WESTERMAYER. ONG Padres Objetores Chile.