Día Internacional de la Mujer
Este 8 de marzo se conmemora nuevamente, el Día Internacional de la Mujer, mientras como sociedad seguimos teniendo una gran deuda pendiente en relación a equidad de género. La insuficiente presencia de la mujer en el poder, su baja posición como tomadora de decisiones, la desigualdad en su desarrollo económico y social, las remuneraciones disimiles con los hombres por un mismo trabajo y, lo que es peor, los continuos abusos físicos y sexuales a los que están expuestas, hacen que el objetivo de cerrar las brechas sea cada vez más apremiante. Sólo en 2 meses 6 mujeres murieron a manos de hombres. Solo por ser mujeres.
Las cifras son abrumadoras, según la ONU unos 15 millones de niñas nunca aprenderán a leer y escribir, 300 mil mujeres mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo y en América Latina, 124 mujeres viven en extrema pobreza por cada 100 hombres. Se ha avanzado en estos 100 años, pero aún tenemos mucho camino por recorrer. Pacto Global Chile es un puente estratégico entre el mundo empresarial y Naciones Unidas, para así ser el principal catalizador de las transformaciones que se llevan a cabo en este tema, y para que las iniciativas conjuntas del sector privado contribuyan a una sociedad más sostenible y, así, lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. En este sentido, creo que es de suma relevancia que los Estados inviertan en datos más precisos y frecuentes y con un enfoque de género en todas las dimensiones del desarrollo sostenible, para poder monitorear los avances y establecer políticas concretas. Asimismo, en este día, hacer un llamado a la cooperación internacional y de todos los sectores, para acortar las brechas y reducir definitivamente las prácticas de discriminación, acoso y violencia hacia las mujeres de todo el mundo. No podemos dejar pasar otros 100 años para lograr estos objetivos, debemos acelerar el cambio y para eso debemos tener un diagnóstico claro, de cómo estamos hoy.
MARGARITA DUCCI. Directora Ejecutiva Red Pacto Global ONU.
¿Tenemos vocación turística?
Otra temporada estival ha terminado, y en pro del nuevo año que comienza cabe preguntarse si la Comuna de Puerto Montt, incluidos sus habitantes y sus autoridades políticamente elegidas, son realmente conscientes del significado y oportunidades que la actividad turística representa para el desarrollo económico y social de un determinado territorio. Hago esta pregunta pues, a mi juicio, ni las autoridades ni muchos de los habitantes de Puerto Montt, tienen real conciencia de donde viven, ni menos aún cómo sacar partido al magnífico entorno natural y patrimonial que nos rodea; esto a través de una oferta de servicios turísticos integral, que conjugue calidad en la atención, infraestructura pública y privada ad hoc, y conciencia ambiental que minimice los impactos negativos de la contaminación humana en todas sus formas, incluida la contaminación visual.
En efecto, basta caminar por ciertas calles de Puerto Montt y su borde costero, visitar Angelmó, o la mítica Carretera Austral, para verificar un desorden constructivo, tan contrapuesto al magnífico escenario natural que nos rodea, que uno se pregunta si nuestras autoridades, entre tantos viajes alrededor del mundo y discursos en pro de fortalecer el rubro, realmente no han entendido nada de estas experiencias o, simplemente, no son capaces de imprimir un sello patrimonial, cultural y humano reconocible a nivel nacional y mundial; el cual esté plasmado, incluso, en la construcción más básica que se autorice edificar. En este sentido, basta ver el estado y la imagen que proyecta la propia oficina de Turismo de la ciudad de Puerto Montt, para comprender de lo que hablo.
Otro ejemplo de pésima planificación, visión y amor por Puerto Montt, es lo que sucede con uno de los hitos más importantes de nuestra ciudad. Me refiero al conjunto arquitectónico conformado por la Iglesia de los RR.PP. Jesuitas, el edificio del ex Colegio San Francisco Javier (hoy Universidad de Los Lagos) y su Campanario; ubicado en el céntrico y emblemático cerro que, hay que recordar, es un Monumento Histórico desde septiembre de 1997. Cuesta entender entonces que la Alcaldía de Puerto Montt haya autorizado el funcionamiento de un kiosko, forrado en lata, sin la más mínima concordancia visual con tan significativas edificaciones y, lo que es peor, que en el recinto donde la Universidad de Los Lagos imparte las carreras de Arquitectura y Pedagogía en Arte, no se tenga el más mínimo respeto y cuidado con la mantención e imagen del edificio donde se imparten dichas carreras, ni que se tenga el más mínimo sentido estético en cuanto a podar algunos árboles del cerro; a fin de mejorar la visual hacia el campanario desde las calles aledañas, permitiendo así registros fotográficos. Lo anterior, dada la imposibilidad de que los turistas puedan acceder a dicho monumento durante el año y, sobre todo, en la etapa estival. No le echemos la culpa al empedrado, entonces, por la baja o fuga de turistas hacia otras comunas, esto debido a la falta de sitios de interés y visión, por parte de quienes se supone tienen las competencias para liderar el cambio.
HÉCTOR AGUILERA MAYORGA.