Donar es dar vidas
En las últimas semanas y desde hace ya un año que, a través de redes sociales y medios de comunicación, nos hemos informado acerca de la urgencia de sensibilizarnos sobre la donación de órganos, y a partir de aquello queremos aportar como familia a la sensibilización respecto a uno de los actos de solidaridad más hermosos que un ser humano puede entregar: la donación de órganos.
Para ello, desde nuestra vivencia como familia, el 11 de febrero de 2018, luego del fallecimiento de nuestra hija Martinita y posterior donación de sus órganos, creemos que es importante compartir nuestro sentir y experiencia, hemos aprendido que un paso esencial para avanzar hacia la donación de órganos es comprender el significado de la muerte. Y por supuesto, esta es construida desde lo espiritual, lo religioso y las costumbres culturales de cada persona y sociedad. Desde allí, hemos reflexionado que estas creencias y formas (aprendidas) respecto a cómo enfrentar la muerte, es uno de los principales obstáculos al momento de pensar en donar órganos, puesto que sólo vemos y sentimos este momento como un final, una partida, un adiós o una pérdida, que nos pone un camino lleno de dolor, tristeza y dificultades. De forma paralela, el momento en que se debe tomar esta decisión, no es el idóneo o aquel que podría fomentar o potenciar una muestra de empatía o amor (sin mencionar el procedimiento que implica y que por cierto solo depende de personas el que se transforme en una experiencia distinta), como lo es la donación de órganos. Y esto nuevamente tiene que ver, entre muchas otras cosas, con la aprensión que tenemos a lo físico/material. Y claro, es que ¿en qué momento de nuestras vidas desarrollamos lo espiritual, como para poder entender y enfrentar estos instantes de otra manera?
Cuando decidimos donar los órganos de nuestra Martinita, lo que menos pensamos es cuantas personas vivirían gracias a ellos, ya luego, por cosas de la vida, nos enteramos que fueron 4 seres humanos, que gracias a nuestra pequeña tuvieron una nueva oportunidad de vivir o tal vez de mejorar su calidad de vida. Es por eso que queremos partir desde una frase que comúnmente leemos y escuchamos: "Donar es dar vida", la cual a simple vista, muestra que la vida continúa solo para la persona receptora de los órganos. Pero creemos firmemente que si bien existe la oportunidad de seguir una vida terrenal para quienes reciben la donación de órganos, también surge la trascendencia de quienes nos dejan. Más aún, la continuidad de la vida en el espacio espiritual de nuestros seres queridos.
Pensamos que la donación de órganos -como muchos otros temas- depende de un cambio cultural como lo esbozamos más arriba, de modificaciones legales, pero, por sobre todo, en muchos casos, depende de las personas y sus actitudes al momento de enfrentar o llevar situaciones de este tipo, no nos podemos olvidar que estas decisiones se toman en momentos de profundo dolor y en donde no es la único con que esa familia debe lidiar. Creemos que a pesar de parecer distantes, estos temas tienen que ver con la sociedad que hemos construido en torno a modelos que nos apartan de la colaboración, solidaridad y empatía, fomentando el individualismo y la competencia; entonces, esperamos que en momentos como estos florezcan valores que dejamos de cultivar y propender.
Estas reflexiones solo las hemos podido escribir luego de un año, de profundo aprendizaje, cargado de nostalgia, tristeza y mucho amor.
Hoy, hemos querido compartir como familia, en breve, aquello que significo donar órganos, y podemos decir que no sólo quedó en un gesto de solidaridad, sino que también fue el momento en el que comenzó una nueva vida para las personas receptoras de órganos, para nuestra Martinita en su vida espiritual y para nosotr@s como familia.
Por ello, con mucha fraternidad, esperamos que estas cuatro personas a las cuales nuestra Martinita dio vida y sus familias, se encuentren disfrutando de esta nueva etapa y para todas aquellas familias que en momentos tan difíciles han decidido donar o tal vez tienen la posibilidad de donar órganos, queremos decirles que la donación sea pensada en plural:
"Donar es dar vidas", nosotr@s tenemos tres hijos más, padre y madre, herman@s y si tuviéramos que volver a decidir por la donación, no lo dudaríamos ni un solo minuto, porque en ese gesto siempre existirán muchas vidas que continúan, siendo una de ellas la de nuestra amada hija Martina.
FAMILIA MUÑOZ GÁRATE.
Al alcalde de Pto. Varas
Con respecto a lo ocurrido el domingo anterior con la cantante Camila Gallardo, me permito expresarle al Sr. Alcalde, Ramón Bahamonde, que se preocupe más de su comuna, en la cual hay mucho que hacer en cuanto a orden, aseo y mantención en general.
Por lo tanto, no hay que hacer noticia por el hecho de tratar de darle un beso a Camila Gallardo, sino por lo que los votantes lo eligieron a Ud.; es decir, el velar, tener y hacer de Puerto Varas la mejor y más bella ciudad turística de nuestro territorio.
HERNÁN BALBONTÍN CONTRERAS.