Agencias

Un abrazo apretado y un cariñoso beso en la mejilla fue el punto del partida del encuentro que sostuvo ayer Martín Cárcamo, el animador de la versión 60 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, y la alcaldesa Virginia Reginato, en la primera actividad oficial relacionada con el certamen.

Ambos se encontraron en la cafetería Panqueque, de la que es socio Cárcamo, oportunidad en que la jefa comunal reconoció que llevaba años esperándolo: "Yo soñaba con que Martín tenía que llegar a la Quinta Vergara", comentó; agregando que si bien lo conoce hace muchos años, no era por ello que lo quería en el anfiteatro, sino "porque es un animador que se ha destacado, una persona muy sencilla y humilde, y yo creo que eso lo hace muy cercano".

El conductor, por su parte, confirmó que con la alcaldesa "nos conocemos hace muchos años, tenemos una relación muy cercana y eso también me da una confianza adicional" para enfrentar lo que será esta edición del certamen, cuyo inicio oficial será este viernes con la Gala y para la cual -ya advirtió el viñamarino- no irá ni de negro ni de azul.

Un regalo bienvenido

Luego de tomar un café con la alcaldesa y el concejal Jaime Varas -a quien conoce desde los 7 años -, Martín Cárcamo se dio el tiempo de conversar con la prensa y contó que había llegado la noche anterior hasta el Hotel del Mar del Casino, donde se alojará por estas dos semanas.

"Salí al balcón de mi pieza y miraba la Avda. Perú, y no podía creer lo que estaba pasando. Decía 'esto es un regalo'", relató, sobre todo para "un animador viñamarino que se formó acá, que nació acá, que las primeras armas profesionales las hice acá en discoteques, en eventos, en programas de televisión en UCV. Después me fui a Santiago y dar una vuelta larga, de 20 y tantos años, para llegar al escenario de Viña del Mar es algo que si lo hubiera escrito, pronosticado o soñado, no se hubiese cumplido. Para mí todo esto es una bendición, un regalo".

Reconoció que siente ansiedad por lo que se viene -pues es una persona naturalmente ansiosa-, pero también "tengo como una sensación de alegría permanente. O sea, me levanto con una sonrisa, me levanto feliz". En especial porque "es como estar en tu casa y es una sensación, no sé cómo describirla, de gratitud, de agradecimiento".

Aunque también está ese dato que nunca se aleja del todo de su cabeza, como es que deberá enfrentar no sólo al público de la Quinta Vergara, sino también a los cerca de 240 millones de personas que se calcula como audiencia estimada alrededor del mundo. "Quizás nosotros no tenemos dimensión porque estamos acá en Chile o acá en Viña, pero yo, que hice la gira promocional, todo el mundo me hablaba del Festival de Viña (...) Es muy potente", sostuvo.

En esta misma línea, afirmó que "yo he corrido algunos riesgos en mi vida. Algunos los he sorteado con éxito y otros no, pero siempre he corrido riesgos. Así que ahí voy a estar con mi mejor actitud y como buen viñamarino, con todo el poder aquí en el corazón".

También intenta no dejar ningún detalle al azar, por lo que ha habido meses de preparación, incluyendo ensayos con su compañera, María Luisa Godoy. "Estamos, yo siento, en una relación muy profunda: hemos viajado, estado diez días en gira y después ensayos todas las semanas", explicó acerca de su partner.

Esta semana, a su vez, estará "haciendo todas las cosas que hay que hacer para el Festival, desde el enchulamiento físico hasta la concentración, mucha lectura de libreto, mucho llamado, mucho detalle, porque el vestuario ya está listo". Pero su mirada estará centrada en "los libretos y el contenido", pues "hay una cosa que es la apariencia y que obviamente en el Festival todo importa, pero lo otro es el contenido para llevar un Festival con mucha alegría, mucha potencia, y dejar a Viña muy arriba, como tiene que ser".

Sobre el sello que pretender darle a su trabajo en la Quinta Vergara, manifestó que "creo que somos animadores distintos todos los que hemos pasado por la Quinta o los que han pasado, y ahora me toca a mí", por lo mismo "pretendo ser el Martín que la gente conoce, el que ha crecido con el público, que lleva 22 años, 23, aprendiendo y creciendo con el público. Ese Martín voy a mostrar"; aunque será uno con "el tono, con el garbo, con la altura que merece este Festival, los 60 años".

Vivir el primer año

Martín Cárcamo subirá a la Quinta Vergara como la carta de Canal 13 para la animación, mientras que María Luisa Godoy lo hará por TVN, luego que ambas señales se adjudicaran la licitación del Festival para el periodo 2019 - 2022 junto al Grupo Fox.

"Hasta el minuto es este año, después vamos a ir viendo", comenta Martín Cárcamo sobre una posible continuidad. Aunque Pablo Morales, productor ejecutivo del Festival en representación de Canal 13, ya advirtió que se espera una mayor rotación de rostros, diferente a lo que pasó para la concesión 2007 y 2010 donde hubo sólo dos parejas.

"Hay acuerdos", confesó Cárcamo, "pero no sé cómo lo van a operar". "Sé que el acuerdo es uno y uno, pero no sé si se hará el próximo año, dos años más, tres años más. Ésa ya es decisión de los ejecutivos, no es nuestra".

"Creo que no hay que anticiparse a la jugada, vamos a ir observando. Pero lo más importante primero es hacer este Festival y esa pregunta estaría en condiciones de responderla terminado el Festival", acotó.

Por otra parte, este año se cumple una década desde que Martín Cárcamo participara como jurado del Festival de Viña. Desde ese privilegiado lugar fue testigo del debut de su amigo y compañero Felipe Camiroaga sobre el escenario de la Quinta Vergara, como parte de la alianza Canal 13 y TVN de aquella vez.

"Felipe va a estar acompañando tal como yo lo acompañé cuando él animó", comentó Cárcamo al ser consultado sobre el recuerdo del malogrado animador en esta épocastró que mucho ritmo no tiene.

"Yo soñaba con que Martín tenía que llegar a la Quinta Vergara (...) porque es un animador que se ha destacado, una persona muy sencilla y humilde"

Virgina Reginato, Alcaldesa de Viña"