Vicente Pereira Parra
Iván Moreira (UDI) cierra un ciclo. "Una pesadilla" -como él describe- luego de que el magistrado Juan Manuel Escobar, del Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, decidiera sobreseer de manera definitiva la investigación en contra del senador por el Caso Penta (financiamiento irregular de campañas políticas).
Por lo demás -apunta- el sobreseimiento definitivo lo "demuestran los contundentes informes de la Corte Suprema", y donde 17 ministros sostuvieron que no había delito. "Eso fue lo que permitió que el fiscal Guerra le ofreciera una salida alternativa, porque si yo iba a juicio lo habrían perdido".
Un día después de conocida esta determinación judicial, Moreira no se guarda nada.
De partida, deja en claro que fue el "único político que dijo la verdad. Di la cara de una práctica de financiamiento de la política de hace 25 años. Y en donde el Servicio de Impuestos Internos, de un día para otro cambió el criterio".
Luego acusa que hubo persecución política en su contra de parte del ex fiscal (Carlos) Gajardo. Incluso al extremo de sentirse "extorsionado".
-¿En qué momento se sintió extorsionado?
-El ex fiscal Gajardo, que renunció después de una pataleta, lo único que hizo fue perseguirme políticamente, y en lo personal, me sentí extorsionado por él, dado que yo pedí que fuéramos a juicio porque tenía la certeza de que lo ganaba; pero si yo no me declaraba culpable con una pena baja, entonces este juicio se demoraría entre dos a tres años. Lo que buscaba con esta amenaza era que yo estuviera fuera del Parlamento tres años. Pero como no acepté fui a todas las instancias jurídicas y finalmente el juez Escobar me dio el sobreseimiento definitivo, donde queda de manifiesto que no cometí ningún delito.
-¿Usted cierra de manera definitiva este capítulo?
-Sí, esta pesadilla está totalmente cerrada. Marca -además- un antes y un después, dado a partir de esto la clase política, en general, sacó lecciones, lo que motivó que hoy tengamos leyes autoflagelantes de probidad y de transparencia, para que la clase política en general no vuelva a cometer estos errores. Con esto se les tapa la boca a todos aquellos que rasgaron vestiduras criticando, cuando ellos mismos, la gente de izquierda, fueron a pedirle plata al propio yerno del general Augusto Pinochet. Es mejor que se queden calladitos.
En su reflexión, Moreira cierra un ciclo y sostiene que hoy "tenemos que cuidarnos mucho más y cumplir a cabalidad la ley de campañas electorales".