Espinoza y condena por crimen de su padre: "Este fallo es para mi mamá"
REACCIONES TRAS LA SENTENCIA. Congresista hace un repaso de todos los pasajes complejos que tuvo que vivir su familia.
"Soy fanático del fútbol, pero mi mamá nunca me pudo comprar chuteadores hasta los 13 años porque no tenía los medios para hacerlo…Porque todo lo que hacía el campo era para pagar los abogados para que no nos echaran a la calle. Todas estas cosas las tuvimos que vivir producto de este personaje -René Villarroel- que nos mató a nuestro papá, por orden superior o no, pero que la materializó. Tenía un odio de muchos años con la figura de mi papá".
Las palabras son del diputado Fidel Espinoza (PS), luego de que se conocieran recientemente las condenas por el crimen de su padre.
El congresista recuerda los duros momentos de su infancia junto a familia y el rol que jugó su madre para luchar y para sacar a sus hijos adelante, a pesar de la adversidad. Y por eso no duda en señalar que "este fallo es dedicado a la mujer más importante de mi vida: mi madre María Marta Sandoval", ya que fue ella -según cuenta- quien les inculcó que sin odio, nunca bajaran los brazos para conseguir justicia en el asesinato de su padre, el ex diputado socialista, Luis Espinoza.
Y ese día llegó el sábado 26 de enero, cuando el ministro en visita para causas de Derechos Humano, Álvaro Mesa, dictara sentencia contra los dos implicados en la muerte del ex diputado: El oficial (r) René Villarroel, conocido como "Juan Metralla" y el ex cabo de Carabineros, Carlos Tapia.
Fidel Espinoza -subraya- que no es un hecho que le genere alegría, pero sí que le otorga la tranquilidad de haberle, junto a sus hermanos, cumplido a su madre, en la lucha por lograr que se hiciera justicia en la muerte de su padre.
Tanto Villarroel, como Tapia, fueron condenados a una pena de 18 años de presidio por el delito de homicidio calificado contra Luis Espinoza y el trabajador agrícola de Fresia, Abraham Oliva Espinoza.
Un crimen ocurrido el 2 de diciembre de 1973, casi tres meses después de iniciada la dictadura, tras el golpe militar que derrocó al gobierno del Presidente Salvador Allende.
Fidel Espinoza reconoce que fueron años duros, que en algún momento sintieron que "flaquearían en el camino, ya que pensamos que nunca tendríamos la justicia en el caso de su muerte y la de Abraham Oliva".
El representante del distrito 25 en la Cámara Baja, mientras lee el fallo más antecedentes nuevos, sostiene: "Para la familia, aunque doloroso es saberlo, es muy trascendental conocer los detalles de las últimas horas de nuestro padre y que se hubiera establecido en el fallo condenatorio que los condenados Villarroel y Tapia actuaron con alevosía y de manera orquestada para cumplir el propósito de eliminar a Luis y Abraham. Los cobardes criminales no lograron sostener su versión oficial. Algunos se suicidaron en el camino y otros simplemente no pudieron vivir con la culpa y delataron a sus colegas de armas".
No estuvieron solos
Pero así también recuerda y destaca que en este camino fueron acompañados por "gente muy valiosa", que acompañó a su mamá desde el momento en que quedó viuda y que fueron fundamentales en el desarrollo de su familia.
Y en esta categoría recuerda a Sergio Elgueta, "el ex diputado que nunca dejó sola a mi mamá cuando quedó viuda. No compartiendo los ideales de mi papá y habiendo tenido -incluso- confrontaciones cuando fue alcalde de Puerto Montt; pero tuvo una actitud de humanidad muy grande".
También destaca el "tremendo trabajo" del ministro Leopoldo Vera, quien comenzó a armar este puzzle, que tuvo muchas dificultades para llegar a su fin y el ministro Mesa que fue quien lo culminó tras una década de investigación.
Como brillantes -califica Espinoza- a las abogadas de DDHH, Catalina Rossi y Pamela Sánchez, quienes están dedicadas a estos temas, "Sin ellas y sin trabajo que realizamos en conjunto con el hijo de Abraham Oliva, Patricio Oliva, nada de lo que vivimos el sábado a las 9.30 de la mañana habría sido posible".
También destaca y valora la labor realizada por la Policía de Investigaciones.
-El abogado de René Villarroel anunció que apelará...
-Ese es un derecho constitucional, pero yo invito a estos abogados, a la comunidad ya que el fallo es público (196 páginas) y es de tal contundencia de que no tenemos ningún temor de que sufrirá algún traspié. Es de tal contundencia cada uno de los argumentos, que incluso en el mismo fallo aparecen descartadas como testimonios válidos para su defensa, los que llevaron a última hora, de manera desesperada de dos señoras de edad, de Fresia, una ex funcionaria del hospital y una ex profesora, que fueron descaradamente a engañar a la justicia, a cometer perjurio y a tratar de desvincular a "Juan Metralla" de los hechos.
-Independiente de lo que pueda ocurrir: ¿Cómo se siente usted tras este fallo?
-Conforme, satisfecho y tranquilo como familia de haber luchado por justicia y de haberle cumplido a nuestra madre, que siempre nos inculcó luchar por la justicia por nuestro papá. No hubiera sentido tranquilo, en mi vida política, si no hubiera luchado. En la primera entrevista pública, en este mismo diario, dije que quería ver a "Juan Metralla" tras las rejas.
Exhumación
Uno de los momentos más duros de la familia de Luis Espinoza fue tras la exhumación de sus restos, en 2015, ya que ello les permitió conocer cómo fue el último período de vida del ex parlamentario. "17 balazos, fracturas en múltiples partes de su cuerpo y una serie de hechos desconocidos. Siempre creímos que a ambos los habían fusilado juntos, en el cruce de Frutillar, pero los hechos demostraron que no fue así".
Los obstáculos y las adversidades fueron parte de este recorrido. Uno de ellos fue el suicidio de dos carabineros implicados en la muerte de Luis Espinoza.
Quitaron sueños
Fidel Espinoza recuerda que tuvo -junto a sus hermanos- una infancia marcada por las carencias. Por eso en cada momento destaca la figura de su madre en todo este proceso.
"Tuvo que sufrir más que nadie todos los embates de lo que nos pasó. Nos ven como político, pero nadie sabe lo que vivimos como niños. Nos quitaron a nuestro padre, pero además nos quitaron nuestros sueños. A nosotros, al otro día que mi padre fallece nos quisieron echar a la calle porque mi papá había comprado un campo en Chinquihue, el que muchas veces ha sido puesto en cuestionamiento por actores políticos tratando de decirle a la comunidad de que fue adquirido de manera irregular. Si eso hubiera sido así, usted comprenderá que los hubieran echado a la calle en plena dictadura. Mi mamá tuvo que luchar 13 años para que sus hijos no fueran a la calle porque el campo nos daba que comer. El fallo salió en 1984, en la Corte Suprema de Santiago y fue unánime en determinar la absoluta legalidad en todos los procesos de compra".