Pto. Montt, destino turístico
Me refiero a los editoriales de los 3 últimos días en que se habla de la necesidad de completar ciertas obras de infraestructura (tren a Alerce y Puerto Varas, Home Port, Museo de Monte Verde, Parque Ecológico, conchales…), para que Puerto Montt sea un destino turístico. Si bien estas obras podrían contribuir al Puerto Montt Turístico, no podemos olvidar que somos, como país, campeones mundiales de turismo aventura por 3 ó 4 años; que muchas veces se proclama a diestra y siniestra que tenemos los parajes más maravillosos del mundo, que somos puerta de entrada a la Patagonia, etc. O sea, argumentos no nos faltan para convertirnos en la Perla del Pacífico o como queramos denominarnos, pero siempre estamos inventando algo nuevo y el resultado siempre es el mismo, tanto como país y como comuna. La infraestructura es importante, pero por sí sola no basta:
1. Nuestro turismo es débil: no hemos sido capaces de implementar los planes nacionales de desarrollo turístico, las estrategias regionales y menos aún el Pladetur comunal que, habiéndolo conocido sólo en su lanzamiento, ya está obsoleto. O sea, lo conseguido a la fecha no es producto de la intervención del mercado por parte de la autoridad o los agentes económicos privados, sino simplemente porque el mercado ha evolucionado así. 2. No hemos podido ganarle a la estacionalidad: a pesar de que hemos sido capaces de atender, como país, más de un millón de turistas mensuales en la temporada de alta, no hemos hecho intentos sistemáticos por acercarnos a ese número el resto del año y nos hemos resignado a ver como, a pocos kilómetros de la capital regional, los establecimientos turísticos cierran en invierno o dedican sus esfuerzos a otras actividades. No me digan entonces que somos Región Turística. 3. Tenemos absolutamente concentrados a nuestros turistas: ahora nos quejamos porque no vienen los argentinos, pero no hicimos ningún esfuerzo por retenerlos y ningún esfuerzo por captar otros mercados (esto es histórico, tampoco hicimos esfuerzos cuando hizo erupción el Cordón Caulle o el Chaitén). Casi el 70% de nuestros visitantes extranjeros son de países limítrofes. Si añadimos Brasil, que es poco más del 10%, tenemos que en "el vecindario" está el 80% de nuestros visitantes. O sea, nuestro alcance para el resto del mundo es absolutamente limitado. Ahora estamos diciendo que hay que incentivar el turismo interno pero, fuera del esfuerzo limitado presupuestariamente, de Sernatur, no se ven acciones concretas. 4. No hemos sido capaces de integrar territorios con aptitud turística: todas nuestras comunas señalan en sus Pladecos que el turismo es muy importante para el desarrollo. Sin embargo, vemos cómo nuestros maravillosos territorios siguen esperando que el turismo despierte y que sea una actividad económica permanente. 5. No hemos sido capaces, en el nivel local, de integrarnos como sector privado, público, municipalidad y universidades. Los esfuerzos realizados han sido más un "vamos a hacer" que un esfuerzo permanente por "estar haciendo". Los encuentros tienen mucho de catarsis más que de acciones concretas, tienen mucho más de contarnos en qué estamos cada uno más que "hagámoslo juntos". 6. No puedo dejar de señalar que hoy tenemos una gran oportunidad: Argentina y Chile son amigos. Tenemos a las mejores autoridades en los puestos claves del turismo. Por tanto es "la" hora de jugar a ganador.
Nuestra propuesta es simple: 1. En términos de oferta: a. Salir "a la cancha" todos juntos. El esfuerzo de entidades individuales es para lucimiento de unos pocos, pero no para convertirnos en Región Turística. Insisto, seremos región turística cuando parte importante de nuestra fuerza de trabajo dependa del turismo, cuando parte importante de nuestro PIB local se deba al turismo. b. Hacer "carne" la integración con Argentina. Nunca hemos estado tan cerca de integrarnos tanto por los lazos existentes a nivel presidencial como a nivel local. La Región Patagonia es, lejos, un destino de clase mundial: dos océanos, 2 tipos de ballenas, lagos, fiordos, glaciares, campos de hielo, ríos, bosques milenarios, parques naturales… c. Estructurar una oferta de acuerdo con lo existente: Turismo aventura, gastronomía, arqueología. Hacerla crecer paulatina pero sistemáticamente para ir integrando territorios, productos nacionales y binacionales. 2. En términos de demanda: a. Salir al mundo como Región. Tenemos que pasar a una etapa diferente. Tradicionalmente, se ha promovido "Chile" (que es Santiago) y los tres o cuatro destinos por todos conocidos. Esta política de promoción nos ha dejado fuera de la cancha. Lo que se llama desarrollo vertical. Debemos pasar a un desarrollo horizontal que incluya a Argentina y formar la Región Patagonia, o sea todo el sur desde la Araucanía - Neuquén hasta Magallanes - Tierra del Fuego. La entrada sería Santiago, que capta la entrada del Pacífico y Buenos Aires que capta el flujo de Europa, Asia y África. b. Definir mercados en el mundo: Los tradicionales en primer lugar, o sea el vecindario Norteamérica y Europa y luego los mercados emergentes, entre los que habrá que escoger producto de la situación actual, entre los que destacan China y Corea del Sur, pero esto debe ser producto de análisis y un relativo consenso.c. Incentivar el turismo interno.
JORGE TRAMÓN GUARDA.