Correo
Al Presidente Frei Montalva
Mi larga vida, a Dios gracia, estoy mejor que otros viejos de mi edad, y debo agregar: Pobre pero feliz, y siento le necesidad de recordar al camarada Frei Montalva, como el más grande por su exitoso gobierno, con el slogan "Revolución en Libertad", cuya obra fue la más exitosa en todo sentido. Prueba de ello en su Gobierno, del cual fui partícipe son las reformas sociales , culturales, el programa agrícola (también el más exitoso), así como la construcción de caminos a lo largo y en cada rincón de nuestro querido país.
Es sabido que en 6 años de gobierno, se hicieron más escuelas públicas, liceos técnicos, universidades, más hospitales nuevos, que en 20 años de gobiernos anteriores.
Para qué hablar de éxitos en la reconstrucción de puertos, especialmente los de nuestra zona, reforma de educación, electrificación de los campos, créditos blandos a pequeños empresarios, pequeños agricultores, especialmente instrucciones a los pequeños agricultores en el manejo de ganado.
Estos planteamientos los hizo en cada lugar o ciudad en Chiloé, en cuya campaña, fui el único dirigente, invitado por don Eduardo a integrar la Comitiva venida de Santiago. Lo mismo ocurrió en la Provincia de Aysén, oportunidad en que aprendí muchas cosas estando muy cerca de don Eduardo.
HÉCTOR DUHART.
Visita apostólica
Aquel lunes llovió durante la mañana y en la tarde hacía mucho frío. Dos días antes, el 13 de junio de 2015, nos dimos cita en Osorno muchos católicos venidos desde el norte y desde el sur del país… Hubo personas de Puerto Montt y Chiloé también. Durante toda la jornada, pudimos compartir las grandes problemáticas que nos quejaban, ya en ese entonces, para vivir la fe más plenamente. Hicimos el compromiso de mantenernos lúcidos y en contacto.
Dicho compromiso fue advertido como un peligro por dos personas que solían vestir de negro.
Es así, como de repente recibimos la visita del entonces Arzobispo Cristián Caro, quien llamó solicitando un encuentro privado entre él y algunos miembros de quienes nos opusimos a la permanencia del ex obispo Barros en la diócesis.
Pude ir a esa reunión, en la que recuerdo que Caro y Barros salieron a recibirnos a la puerta, nos sentaron en una mesa en la que todos éramos iguales. Incluso, ambos nos sirvieron galletas y té. Sin embargo, cuando hablamos, Caro nos gritoneó y golpeando la mesa con su palma derecha exclamó en mi contra: "¡Cállate!". Recuerdo perfectamente cómo se puso rojo y se acomodó sus anteojos de cristal, de esos que son pesados, que se les resbalaban constantemente en el transcurso del encuentro.
Hasta que me interrumpió, lo único que dije fue acerca de los antecedentes penales en contra de Barros y formulé la pregunta si el ejercicio del poder dentro de la Iglesia no podría explicar que existan más abusadoresy encubridores en ella.
El anuncio que a Puerto Montt llegará un visitador apostólico del Vaticano, para conocer la disciplina del clero, es una tremenda oportunidad para conversar, precisamente, aquellos elementos por los cuales Caro se enojó.
¿Qué hay dentro de la Iglesia que a los curas se les da un culto idolátrico a tal punto de defenderlos ciegamente sin importar la vida de los demás? ¿No es precisamente esa actitud institucionalizada lo que permite que ocurran abusos de todo tipo: de conciencia, de poder, de ministerio, económicos, sexuales?
Asimismo, ¿es posible sostener que el anterior arzobispo no tuviera conocimiento de todo lo que se está destapando?
La visita del delegado papal es una oportunidad para no callar. Si una pregunta formulada aquel lunes de 2015 hizo que los pesados anteojos de Caro se resbalaran, a lo mejor, si muchas de las personas silenciadas en Puerto Montt por semejantes gritos y golpes de mesa del ex arzobispo consiguen hablar, resbalarán y se conocerán situaciones más pesadas que los anteojos que portaba.
JUAN CARLOS CLARET POOL.
Desagradable experiencia
De vez en cuando vengo de visita a Puerto Montt y, pese a que tiene un lindo entorno, lamento las condiciones en que siempre veo la costanera.
Suciedad, desorden, y una serie de personajes molestando a los transeúntes son un panorama repetido. Siempre creo que la próxima vez será distinto, y claro, lo es, pero para peor.
Hace unos días volví, con un día esplendoroso y, por cosas de la vida, me tocó estar mucho rato esperando a nua persona cerca de Los Enamorados. Estuve media hora, donde pude observar con molestia cómo un personaje, bebiendo en vía pública, se daba el tiempo para molestar a cada persona que pasaba a su lado, especialmente mujeres, pidiéndoles dinero, cigarros, la comida que iban comiendo, cualquier cosa.
Una situación muy desagradable, algunas niñas pasaban con temor y muy desagradadas por la presencia del hombre que hacía y deshacía a su antojo. EN ese rato, en todo ese rato, no pasó nadie fiscalizando el lugar. ¡Qué hace Carbabineros al respecto? ¿Qué hace el Municipio? Dicen que esta es ciudad turística.... ¿en Serio?
MANUEL GUTIÉRREZ S.