Así como vamos...
Claro que sí. Parece extraño encontrarse cara a cara con animalitos que se supone habitan más arriba y detrás de los cerros y como si nada amanecen equilibrándose en un árbol casi en el patio de una casa; animalitos casi lactantes deambulando por la vereda, o nuestro alado emblema patrio adelantándose al almuerzo parrillero de un vecino y devorándose el asado en crudo.
No es la película de Disney, pero sí es la tragedia ecológica que se nos viene con tanta mole de cemento trepadora de estos cerros en busca del mejor aire aún rescatable de tan tóxico ambiente urbano.
Los vecinos que van habitando los legítimos entornos de nuestra fauna autóctona, imagino que están en su derecho de escoger su locación hogareña.
Pero, ¿dónde o quién resguarda los derechos de los animales, que no sé si llamarlos salvajes a ellos, precisamente víctimas de un atropello sin pausa de su natural ambiente?
No muy lejos de donde habito, veo maquinaria pesada que ha arrasado los árboles que me acompañaron desde mi infancia, y de seguro que será para instalar alguna cajonera de cemento.
Por de pronto, las bandurrias que los habitaban y tan antiguas como la suscrita, en este sector juntaron lo poco que les quedaba y emprendieron el vuelo buscando obligadamente arriendo en algún loft con tan buena vista como la que tenían.
Así como vamos...
MARLENE CÁRDENAS SIEBALD.
Sobre Ley de Pesca
Han pasado 7 años desde que comenzamos una lucha incansable para evitar que la corrupta Ley de Pesca saliera a la luz. El 2013, las 7 familias de la industria pesquera -con la venia del Gobierno de Sebastián Piñera y la "bancada" pro industria-, lograron promulgar la norma que les entregó los recursos pesqueros de todos los chilenos; licencias transables de pesca por 20 años y a perpetuidad para todos sus descendientes, sin cumplir los mínimos requisitos administrativos.
Con esta ley, además, recibieron en promedio el 65,5% de la cuota de las principales pesquerías del país, relegándonos, a nosotros pescadores artesanales, a quedarnos con apenas el 34,5% de los mismos; recursos que se encuentran sobreexplotados y colapsados.
Pero, no hemos abandonado la lucha. Desde Arica-Parinacota hasta Magallanes, en diversos puntos del país continuamos alzando la voz para denunciar esta Ley corrupta. Hoy los tribunales de justicia nos han dado la razón.
No sólo el caso Corpesca, ahora se suman también acciones contra la empresas y gremios del sector, como es el caso Asipes.
Un nuevo Congreso nos ha escuchado, poniendo término a la "bancada" de las 7 familias. La aprobación de la ley que termina con la pesca de arrastre para la captura de la Jibia y el histórico paso de la Comisión de Constitución de la Cámara, que aprobó la nulidad de la Ley de Pesca, nos dan esperanza que pronto no habrá privilegios para unos pocos.
Hoy, aplaudimos y valoramos la valentía de los pescadores de las regiones del Maule y Biobío que alzan la voz en las calles, exigiendo que el Gobierno de Sebastián Piñera cumpla con el mandato del Congreso y no recurra al Tribunal Constitucional, para revertir el cumplimiento de una ley que pone fin al arrastre y que cuida la sustentabilidad de los recursos pesqueros.
Desde el Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp), hacemos un llamado a la unidad de los verdaderos pescadores artesanales, a mantener la lucha, con un solo objetivo: que los recursos pesqueros sean de todos los chilenos, a no amedrentarse con las amenazas de las 7 familias y a continuar siendo los guardianes del cuidado de los recursos pesqueros.
Hernán Cortés, presidente; Jorge Bustos, vicepresidente; José Verdugo, secretario; Nelson Estrada, tesorero; Hernán Machuca, vocero; Luis Infante, secretario actas. Consejo Nacional por Defensa del Patrimonio Pesquero de Chile AG. (CONDEPP).
Prácticas ambientales
Por la presente, hago llegar mi preocupación, por el retroceso que veo respecto a prácticas ciudadanas en temas medioambientales. Avances obtenidos por los habitantes de la comuna hoy ya no están. Por ejemplo, nada se ha sabido del resultado de las composteras entregadas y últimamente de los contenedores, para que los vecinos lleven cartones, plásticos, tetrapack, latas, etc., que se instalaron en su tiempo en pocos puntos de la ciudad. Lo que debería haber sido una continuidad y llegar a más sectores, hoy sólo se ven contenedores amarillos para botellas plásticas….¿Qué pasó? También es mi preocupación la creciente construcción de viviendas. En sectores donde había humedales, lagunas y terrenos, donde habitaban distintos tipos de colonias de diferentes especies, incluyendo las aves migratorias, hoy ya no cuentan con sus lugares de descanso y reproducción, porque su hábitat se ha destruido.
DANIEL E. TRONCOSO BÁEZ.