Administrador apostólico de Puerto Montt rechazó "ejercicio de la violencia"
EN DECLARACIÓN. Dijo que con "insultos y golpes" no se resuelven las diferencias.
Tras su agitada salida desde el campo de oración, donde el pasado sábado 8 se realizó la misa para conmemorar la Fiesta de la Inmaculada Concepción, el administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales, lamentó esos hechos y determinó que con insultos y golpes no se resuelven las diferencias.
Esto, porque al concluir la eucaristía, se produjo una protesta de parte de los feligreses, que levantaron carteles en los que expresaban su apoyo a los sacerdotes Darío Nicolás y Tulio Soto, a los que Morales denunció ante la Fiscalía por presuntas irregularidades en la gestión del Centro de Salud Familiar (Cesfam) San Pablo, que administra el Arzobispado.
De acuerdo a la denuncia del administrador apostólico, tanto Nicolás como Soto se habrían autocontratado para justificar sueldos extra, girar préstamos en dinero y obtener psicotrópicos de forma irregular.
Parte de la comunidad de la parroquia San Pablo no acepta tales cargos contra Nicolás y se expresaron al finalizar la misa, levantando banderines negros y pancartas, en las que desacreditaban a Morales y pedían su alejamiento del cargo.
Cuando el sacerdote mercedario abandonaba el centro de oración, tuvo que ser apoyado por efectivos de Carabineros, lo que no impidió que fuera alcanzado por una patada que lanzó un manifestante, la que dio en su pierna derecha.
Rechaza violencia
Mediante una declaración pública, Morales lamentó esos hechos y expresó su rechazo "al ejercicio de la violencia como método de expresión".
En el escrito, define que "no es con golpes ni con insultos como se resuelven las legítimas diferencias en la Iglesia, ni en cualquier otra instancia".
Respecto de la denuncia contra Nicolás y Soto, dijo pedir "fervientemente que ayudemos a que los tribunales de justicia actúen en los procesos que investigan actualmente".
El administrador apostólico agrega que "también la justicia canónica tendrá que hacer lo suyo, desde la verdad que nos hace libres".
Morales expresó su confianza en que este tiempo de adviento, pueda ser "una oportunidad para renovarnos en la certeza de que el Señor siempre llega a nuestra vida, regalándonos la paz y la esperanza que fortalece nuestra vocación de discípulos".