María Consuelo Ulloa M.
Es uno de los principales artistas a nivel mundial, y recientemente asumió como arpa principal en el Metropolitan Opera House de NuevaYork, después de una exitosa carrera de nueve años en la Ópera de París. Emmanuel Ceysson, ganador de las más altas distinciones, debuta este fin de semana en Teatro del Lago, y lo hace con dos imperdibles presentaciones, mostrando un repertorio poca veces visto, pero siempre aplaudido por la crítica y, sobre todo, por el público.
El francés, que desde 2005 se ha presentado en destacados lugares de la escena música, siendo el primer arpista en obtener destacados premios en las principales competencias internacionales, conversó sobre su venida al sur de Chile, lo que espera del público local para sus conciertos de este viernes y sábado a las 12 horas (ambos), además de contar cómo inició su carrera desde muy temprana edad.
"Es la primera vez que vengo a Chile y me ha encantado. Aquí me ha parecido un lugar muy bonito, el teatro sobre el lago es hermoso", dijo Ceysson, que, hasta el momento, el único país que conocía de Sudamérica era Colombia.
- En el país cafetero realizas un programa donde enseñas a los más pequeños, ¿sabías que Teatro del Lago tiene una labor educativa importante en el país?
- Sí, vi por la página web que hacen muchas actividades para los niños que están aprendiendo de música clásica. Me parece súper bien e importante, porque la música clásica es una de las maneras de educar y ayudar a parte de la población que tiene problemas sociales, por ejemplo.
- ¿Lo que haces en Colombia es similar?
- Yo me fui por primera vez en 2006, a Cartagena, por el festival de música clásica de ahí. Entonces la organización del evento me ofreció quedarme una semana para dar a clases a los pequeños estudiantes que tocaban arpa. Todo esto fue como una revelación, porque el nivel fue muy bajo y fue muy complicado para mi, pero lo que me impresionó fue la pasión de la gente, el amor por la música, que es por todos lados en Colombia, y desde ese momento hice clases magistrales. Los cursos son abiertas por todo Sudamérica y han llegado alumnos de Chile y Argentina.
- Empezaste a los 6 años en el arpa, ¿cómo se dio eso?
- Yo pienso que es una cosa del destino. A los 6 años escuché el concierto para flauta y arpa de Mozart, sin ver el arpa, pero el sonido me fascinó. Esa fue la razón por la empecé, aunque después descubrí que cuando mi madre estaba embarazada de mi, escuchábamos mucho esta música y pienso que es posible que cuando tuve 6 y lo escuché de nuevo, fue como un recuerdo, ahí me decidí y nunca cambió eso. Fue una cosa muy natural.
Lo difícil es que el arpa es un instrumento muy femenino, y fue un poquito difícil ser un niño en un mundo de niñas, pero aparte de eso, nunca sufrí frustración.
- ¿Cuáles son tus expectativas con las presentaciones en Frutillar?
- Expectativas no tengo tantas, pero estoy muy curioso de ver la reacción del público frente al arpa, especialmente en un recital que no es tan común -de arpa sola- aunque estoy seguro que será como en todo Sudamérica, donde las personas tienen mucha pasión.