La historia del "mejor disfraz"de Halloween que la rompió en Internet
DE PUERTO MONTT. Romina Neumann y Fernanda Barrientos cuentan cómo replicaron a los "Enamorados".
"No sé cómo a nadie se le ocurrió hacer esto antes. Eso me llama la atención. Probablemente el otro año lo van a copiar", cuenta la kinesióloga puertomontina Fernanda Barrientos, quien junto a Romina Neumann vivieron ayer su "minuto de fama", gracias a un original disfraz de Halloween, inspirado en los enamorados de la Costanera.
Sucede que el invento made in Puerto Montt se viralizó ayer entre usuarios chilenos de Twitter, Facebook e Instagram. Todos aplaudieron la originalidad del traje.
Fue tal el impacto de la noticia que la Fundación ProCultura (institución sin fines de lucro, que destaca el patrimonio cultural y natural), inició una campaña para ubicar a los responsables del disfraz y así premiarlos por rescatar un ícono regional, dándole una vuelta atractiva a una fiesta -de origen extranjera-, como la "Noche de Brujas".
La idea no tiene mucho misterio. Fernanda y Romina, ambas de 25 años y amigas desde que eran compañeras de curso en el Liceo Inmaculada Concepción, se reconocen como fanáticas de las fiestas de disfraces.
Aprovechando la presencia de Romina en la ciudad -estudia derecho en la U. de Chile-, se entusiasmaron con la idea de ir a una fiesta en "Sala Stage" de Pelluco.
El incentivo era tentador: $200 mil se ganaría el mejor disfraz de la noche.
"Nos motivamos y buscamos algo original, que involucre a dos personas. En 10 minutos ya teníamos claro que haríamos el 'Sentados Frente al Mar", recuerda Fernanda; mientras que Romina precisa que el objetivo era hacer "algo distinto. Pensamos que sólo era para los amigos, pero al final todo esto se descontroló".
La construcción del disfraz fue rápida y contempló cada uno de los elementos de los personajes. El hombre necesitaba una camisa blanca, un par de pantalones y zapatillas blancas. Como detalle, pintó con témpera celeste la camisa, tal cual es el "monumento".
Y en el caso de la niña, compraron tela verde para hacer el vestido, un par de zapatos forrados en goma eva y calcetas blancas.
La guinda de la torta eran las máscaras, para lo cual usaron una foto impresa de ambos "enamorados" y un par de elásticos. ¿Valor del invento? Aproximadamente $10 mil. Totalmente una ganga.
Sin embargo, esta joya creativa no tuvo un final feliz en el concurso discotequero, puesto que un prolijo, pero foráneo y común capitán Jack Sparrow, (personaje de los Piratas del Caribe), se llevó el primer lugar y los $200 mil. Sólo les quedó conformarse con el segundo puesto y $25 mil para cada una. Algo es algo.
Feos, pero nuestros
Tal como ocurre en cada ocasión que se busca entender cómo llegó esa instalación a la Costanera, ambas amigas emitieron su juicio respecto a la escultura. "Entiendo que son un homenaje a la canción de 'Los Irancundos', ese es su valor. De lo artístico, no tiene mucho, porque son muy feos", dice Romina.
Esa misma simpleza de la obra, a juicio de Fernanda, fue una ventaja para ellas a la hora de hacer la imitación. "No necesitamos mucho maquillaje ni producción. Y eso fue útil, porque queríamos hacer algo sencillo", afirma.