En la historia de la radiotelefonía chilena, el 21 de septiembre, hoy, está consagrado como el "Día del Trabajador Radial". Dedicado a nuestros colegas de la comunicación hablada, que goza de enorme popularidad ciudadana. Y que, en esta jornada especial, desde el periodismo escrito saludamos con la mayor admiración, reconocimiento y consideración, conscientes de su extraordinario , competente y perseverante aporte al progreso y bienestar del país, a través de su información al instante, valioso aporte cultural y social, y grata e indispensable entretención, especialmente musical.
Se evoca que en una fecha como hoy, pero de 1942, fue instaurada esta celebración como una manera de obtener descanso, luego de la intensa labor realizada por las emisoras y su gente, con motivo de las transmisiones de las Fiestas Patrias, incluida la Parada Militar y otros eventos alusivos a ese patriótico suceso. Para lo cual, permanecían algunas radios de turno a cargo de transmitir en una red de la Asociación de Radiodifusores de Chile, Archi.
Sin embargo, en 2001, se interrumpió definitivamente esta tradición de silenciar las ondas radiales por un día de descanso a la gente de radio. La Archi decretó libertad de acción a las emisoras, ya que muchas no estaban respetando este acuerdo.
A mediados de los 90, surgieron las primeras radios satelitales en regiones, que podían escucharse en todo el territorio. Etapa en la que en Puerto Montt había unas 12 radios locales, lideradas por Radio Reloncaví (otrora Llanquihue y Cooperativa), V.P. Rosales, Supersol y Bío Bío.
Con más de mil emisoras privadas afiliadas en el presente, la Archi exhibe una trayectoria de inclaudicable defensa de la libertad de expresión y la promoción en Chile de una radiodifusión privada con plena libertad de programación y de un alto estándar técnico-profesional.
Aunque la tradición celebratoria de esta fecha no tenga el fervor de antaño, para nosotros siempre perdurará el Día del Trabajador Radial. Para brindarles nuestro afecto, admiración y gratitud.