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Chilenos y extranjeros vuelven a la vida después de las Fiestas Patrias

RECUPERACIÓN. Con curanto, pailas marinas y salmón, los festejantes pasan la resaca en el conocido Angelmó, luego de una extensa celebración patriótica.
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Jocelyn Vargas Álvarez

"Celebrar en grande", fue el lema para estas Fiestas Patrias, que luego de 6 días de juerga sin parar, dejó sus estragos físicos en los alegres compatriotas y extranjeros que vivieron un "18" inolvidable.

Ana Quintana, a sus 63 años de edad, aprovechó ésta festividad para viajar junto a su hermana y cuñado desde Santiago al sur de Chile y así gozar de las ricas tradiciones de la zona. "Recorrí toda la isla de Chiloé y comí como nunca carne y mariscos; pero en la bebida me cuidé. Ahora pasé a Angelmó a degustar de un salmón que es más livianito para el estómago", comentó.

Su cuñado, César Martínez, a sus 73 años, dice estar cómo nuevo después de probar vino de todos los sabores en su memorable gira. "Comimos y tomamos lo que encontramos en el camino. Por eso, estoy reponiendo fuerzas para continuar el viaje de regreso a la capital", expresó sonriendo.

En el local 23 de Angelmó, también estaba Francisco García, oriundo de la localidad de Santa María, ubicada en la V Región, quien es el conductor del bus "Empresa de Turismo García", que traslada a esta familia y otras 39 personas más. "Celebro sanamente porque tengo que ser responsable con mis pasajeros. Por eso, tengo que estar como un yoghurt para seguir en la carretera", enfatizó el chofer de la travesía.

En otro sector de las cocinerías del tradicional Angelmó, estaba Raúl Gatica, proveniente de la comuna de Cerrillos, Santiago, quien señaló que "viajé el domingo en la noche para pasar las fiestas con mi hermano que vive en la comuna de Hualaihué, pero al final me quedé en Puerto Montt, porque estaba bien movida la cosa por acá".

Y agregó: "Recorrí todas las fondas posibles y comí mucha carne, por eso ahora estoy saboreando una paila marina, que es un levanta muertos".

En la mesa siguiente, José Miguel Rodríguez, que llegó desde Venezuela en búsqueda de una mejor calidad de vida, dijo estar sorprendido con el festejo patriótico.

"Acá la gente es muy cálida, me recuerda a la isla Margarita de donde vengo y de verdad estoy admirado del sentimiento que desbordan", sostuvo.

Y añadió que "bailé con mis compañeros de viaje de amanecida en la Hostal Sedian de Pichi Pelluco, por eso estoy recuperando energías con un curanto".

Su compatriota, Victoria Blanco, complementó que "en todos los lugares nos recibieron muy bien. En el sur se pasan mejor las fiestas, porque tienen mucho que ofrecer".