Vicente Pereira Parra
La inauguración de las ramadas fue el pasado viernes 14. Y debían funcionar hasta las 20 horas de ayer.
En el papel, se veía unas Fiestas Patrias perfectas. Seis días de fiesta, qué mejor para los ramaderos y para los demás comerciantes que apostaron por atender al público durante esta festividad.
Pero, llegó un invitado, cuyo daño no había sido cuantificado: la lluvia.
Y fue el gran enemigo. Porque los cálculos de los comerciantes arrojaron como un resultado hasta un 50% menos que el año pasado en cuanto a ventas.
Nada qué hacer. A pesar de la cantidad de días de festejos, el resultado para estos clásicos comerciantes, que año a año se esfuerzan en mantener viva una de las tradiciones de nuestro pueblo, fue negativa.
Por eso, ayer, cuando el reloj daba cuenta que llegaba la hora de cerrar sus locales, se reunieron para acordar solicitar al municipio un par de días más.
La idea es extender la fiesta el fin de semana. El acuerdo es no sacar una rama de sus locales mientras no tienen respuesta de la corporación edilicia.
Carlos Soto, alcalde (s) de Puerto Montt, está al tanto de la situación.
Por eso, expresa su preocupación por lo sucedido por quienes aportan con su esfuerzo en poder mantener la tradición de las ramadas.
Sigue mal clima
Soto dice que el municipio tiene la mejor disposición, pero admite que hay un problema: la proyección de mal tiempo se extiende hasta el lunes.
De ahí que estén abiertos a buscar una punto de encuentro con los ramaderos. La idea municipal es que no terminen perjudicados, menos si se trata de personas que apuestan por conseguir mantener viva la tradición de estas fechas.
Soto explica que escucharán a los fonderos, dado que en el municipio entienden perfectamente bien cuáles son las razones que los llevaron a levantar dicha solicitud, dado que las condiciones atmosféricas no fueron las mejores y por lo mismo revisarán en detalle la solicitud de los ramaderos.
Sin embargo, la idea es poder también analizar lo que ocurrirá este fin de semana en términos climatológicos, ya que no sería -en su opinión- coherente poder autorizar la extensión de las fiestas en un fin de semana en que seguirá lloviendo.
Soto, en todo caso, deja en claro que la postura del municipio es favorable, dado que se entiende lo que está ocurriendo y que la baja de las ventas se debió a un factor externo como el clima.
Pero -sostiene- se tienen que medir variables que apuntan al municipio, como el desempeño de los inspectores y el tema de la seguridad, aún cuando deja en claro que, acorde a los indicadores que manejan, el comportamiento fue favorable de quienes acudieron a las ramadas para celebrar estas Fiestas Patrias.
Jacqueline Leviante, presidenta de la Asociación de Ramaderos, explica que mañana (hoy) conversarán y mañana esperan concretar el requerimiento de extensión a la Municipalidad, dado que siempre "con mal tiempo los resultados serán malos, más aún cuando este año aumentaron los kioscos en un 120%, lo que significa que la competencia fue desleal porque a excepción de dos ó tres el resto vendió alcohol".
Rodrigo Gálvez, del puesto número 11, comenta que el tiempo no los acompañó y por eso la idea de los comerciantes es unirse para solicitar un permiso, dado que quedaron con gran parte de la mercadería.
Gálvez sostiene que, en relación al año pasado, las ventas bajaron en torno al 50%.