Vicente Pereira Parra
El quiebre entre el gobierno y los sectores de oposición en la región pareciera ser total. Atrás quedaron los tiempos en los que el intendente Harry Jürgensen destacaba el aporte que eran para la región los parlamentarios de la ex Nueva Mayoría.
Ya no hay ni siquiera palabras de buena crianza, luego del conflicto generado tras el rechazo, en la Cámara Baja, del sueldo mínimo. En ese instante, todo el camino dialogante que en Los Lagos se había logrado construir llegó a su fin.
Una de estas pruebas es que ayer el diputado DC, Gabriel Ascencio, acudió a Contraloría para solicitar un pronunciamiento respecto al accionar, a su juicio indebido, del intendente y de dos seremis: Ingrid Schettino (Gobierno) y Mauro González (Trabajo).
Según acusa, tuvieron una actuación "indebida, porque no pueden hacer uso de las redes sociales, plataformas institucionales de diferentes servicios públicos, para atacar a los parlamentarios. Y porque colocan un hecho como cierto, cuando son mentiras y porque esta propia Contraloría ha dicho que la relación o el vínculo entre el Congreso y el Poder Ejecutivo se da a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia y no de estos llamados que el intendente ha realizado a petición de su propio gobierno".
Ascencio, además, califica como normal las diferencias existentes en torno a un proyecto de ley, pero no lo es el atacar al Parlamento y a aquellos que votan de una determinada manera, acusándolos de bloqueo contra gobierno y de negarles la sal y el agua. Y eso no hay por qué aceptarlo".
Desde la Intendencia, en tanto, replicaron la respuesta dada por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien, entre otras cosas, sentenció : "Que lo hagan, si ellos estiman que es un mal uso el dar a conocer cómo ellos votan en la Cámara de Diputados sobre los proyectos de ley que presenta el Gobierno, que lo hagan. Creo que están equivocados, que no hay ninguna situación administrativa, nadie debe temer la forma cómo se vota. Pero, que vayan a Contraloría, nosotros lo aceptamos y estamos sujetos a la fiscalización que haga la propia Contraloría y es ella la que determinará si hay o no una irregularidad".
Construcción
La pregunta que ronda ahora en el ambiente político es cómo recomponer las relaciones entre los distintos sectores.
Para el presidente de Evópoli, Heinz Kusch, el panorama es complejo cuando "uno quiere y trata de construir, pero cuando hay un no, sin fundamento ni análisis, duele".
Kusch, junto con destacar que su partido siempre estará disponible para hacer primar el diálogo, se tiene que terminar con el "seguir pegados en lo mismo de hace tres décadas, como lo es la lógica de izquierda y de derecha, del sí y no. Aquí se rechazó una propuesta buena, se negó un beneficio a los más necesitados".
Mientras que el presidente comunal de Revolución Democrática, David Andrade, acusa al gobierno de "echarse al bolsillo" lo expuesto por las dos cámaras y -además- critica la posición que tiene el ejecutivo frente a temas del empleo, como la política de trabajo joven.
Además, dice que con la propuesta se condena a las familias a vivir bajo la línea de la pobreza, sobre todo en la región, que, acorde a la Encuesta Casen, es la tercera más pobre de Chile y que esto es seguir precarizando.
Andrade cifra en $420 mil el sueldo para que una familia pueda salir de la línea de la pobreza.