Erwin Schnaidt Ávila

El calor del caribe se instaló en Puerto Montt, para entibiar la fría y amenazante tarde dominical. El triunfo de su selección en el Mundial de Rusia 2018, fue el pretexto para dar paso a una verdadera fiesta, que animó un puñado de inmigrantes colombianos, que desde el mediodía se reunieron en un local del centro de la capital regional, donde siguieron la transmisión televisiva de ese trascendental encuentro, en el que los "cafeteros" se impusieron en forma clara por 3-0 ante Polonia.

Unas 80 personas comenzaron a llegar desde las 12 horas, vestidos con camisetas amarillas, al local "Espíritu", de calle Guillermo Gallardo.

En el subterráneo y en pantalla gigante, los hinchas seguían con cierta tensión el juego. Hasta el minuto 39, cuando Yerry Mina abrió la cuenta de cabeza, en el Kazán Arena, lo que desató la algarabía y dejó atrás la ansiedad. El pitazo que puso fin al primer tiempo, también dio paso a los primeros festejos, con baile al ritmo de rancheras, cumbia y ballenato.

"¡Sí, sí, Colombia; sí, sí, caribe!", comenzó a escucharse cada vez con más fuerza.

Yuli Salazar, quien hace 10 años vive en Puerto Montt, se sentía orgullosa por la actuación de la oncena colombiana. "Feliz y contenta de ver jugar a la selección como debe ser", subrayó la garzona.

El comerciante del área de la medicina natural, Cristian Cardena, estaba conforme a esa altura con el rendimiento de Colombia y deseaba que se mantuviera en la segunda parte. "Esta actuación ha sido diez veces mejor que el primer partido", en el que cayeron 2-1 ante Japón.

"Si seguimos así, hay grandes posibilidades de clasificar a octavos de final", anticipaba Cardena, quien reside hace ocho años en Puerto Montt.

Fiesta total

La reanudación del partido sorprendió a todos bailando, en un adelanto de lo que se viviría más tarde.

Una explosión de euforia se produjo a los 69', cuando Radamel Falcao puso el 2-0 con un tiro cruzado. Gritos, saltos, abrazos, brindis con aguardiente y cerveza, inundaron ese recinto, lo que fue seguido por más música y baile, que se extendió por el resto del partido, más todavía cuando a los 75', el lateral Juan Guillermo Cuadrado aseguró el triunfo.

Ese gol desató la fiesta y abrió la esperanza incluso de llegar a una final, como lo afirmó John Arenas, conductor de un camión de combustible. "Ahora Colombia se lució. Ojalá podamos ser campeones. Todavía hay posibilidades".

La felicidad era total, lo que abrió esperanzas en avanzar en el Mundial "para seguir celebrando. Tenemos equipo para seguir adelante, hasta que Dios quiera. Esperemos llegar hasta la final", aventuró Alberto Güinches, quien trabaja en el sector construcción.

Larga celebración

En los últimos minutos, nuevamente el baile y los festejos invadieron el ambiente y ya poco interesaba lo que ocurría en la cancha. Ni siquiera los embates desesperados de los polacos evitaron que los colombianos de Puerto Montt anticiparan la celebración de esa victoria.

Se esperaba extender los festejos hasta cerca de las 12 de la noche.

Gran responsable de esta alegre reunión fue Juan Carlos Sánchez, presidente saliente de la Agrupación de Colombianos en Puerto Montt.

"Desde hace seis años que llegué y me he ocupado de agrupar a mi gente y mantener unida la colonia en el sur. Esto no sólo lo hacemos para el Mundial, sino que cuando organizamos otros eventos, como la fiesta de Navidad que hacemos en la Plaza de Armas", especificó el dirigente.

Sánchez anticipó que es muy probable que para el partido decisivo ante Senegal, también se reúnan en el mismo local del centro.

120 3

Colombia recuperó la lucidez, la sonrisa y la vida. En una noche que arrancó con los dientes apretados, la selección cafetera arrasó ayer con Polonia por 3-0 para resucitar en la Copa del Mundo tras su estrepitoso fiasco en el estreno.

Al compás de un James Rodríguez estelar, más los goles de Yerry Mina, Radamel Falcao y Juan Guillermo Cuadrado, Colombia redondeó una convincente victoria que dejó eliminada a la Polonia de Robert Lewandowski.

Los sudamericanos se embolsaron tres puntos de oro y quedaron como escoltas de Japón y Senegal, que a primera hora empataron 2-2 y sumaron cuatro unidades cada uno en el Grupo H.

Colombia, que perdió 2-1 ante los japoneses en el primer partido, se jugará su pase en el cierre de la zona contra el equipo africano. El debut colombiano fue condicionado por la expulsión de su volante de contención Carlos Sánchez cuando apenas habían transcurrido cinco minutos.

Otra cara

A diferencia de la pesadilla en Saransk, Colombia jugó con dotación completa de principio a fin. También contó con James desde el inicio, luego de jugar solo la última media hora debido a una sobrecarga muscular. "Estoy feliz porque yo creo cuando tienes buenos jugadores es más fácil jugar", declaró Rodríguez. "Siempre es bueno cuando estas al lado de tantos talentos", agregó.

Titular desde el arranque, James aportó dos asistencias en un brillante despliegue como creador. La primera de las asistencias del mediopunta del Bayern Munich sirvió para abrir el marcador a los 40'.

Mina, una de las apuestas del técnico argentino José Pekerman en el partido contra los polacos, se elevó para peinar un pase medido de James.

Colombia salió en el complemento más decidida en ataque y aumentó la diferencia mediante el primer gol de Falcao en un Mundial. El delantero no desaprovechó la buena habilitación de Juan Quintero para batir con el empeine al encarar al arquero polaco Wojciech Szczesny.

La fiesta siguió cinco minutos después, cuando Cuadrado hizo revivir el baile a orillas de la cancha al definir tras un magistral pase de James.