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Radiografía al fútbol femenino local: pasión y corazón en torno a un balón

MUJERES A LA CANCHA. Pese a que por estos días y gracias a lo realizado por la selección chilena el balompié en mujeres es un boom, en Puerto Montt, la Asociación local, Asoff, cumplió 14 años.
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Independiente de las condiciones climáticas niñas, adolescentes y adultas, cada fin de semana, se toman la cancha número dos del complejo Estero Lobos, a fin de disfrutar lo que más les apasiona: el fútbol.

Son las féminas pertenecientes a la Asoff, Asociación Deportiva Local de Fútbol Femenino de Puerto Montt, las que defienden sus colores en cuatro series: Sub12, Sub15, Sub19 y todo competidor. En total, aproximadamente mil 200 futbolistas son parte del torneo denominado "Mujeres a la Cancha".

Y si bien por estos días el fútbol femenino está en la palestra debido a la actuación de la Selección que clasificó al Mundial, lo cierto es que en la capital regional, desde hace 14 años -exactamente un 25 de mayo-, es que las mujeres incursionaron en un deporte, que hasta hace poco era considerado de hombres y formaron su asociación.

En ese entonces y hasta no hace mucho, jugaban en el barro; pero a pesar de no contar con las condiciones ni implementación necesaria para la práctica deportiva, la pasión por el fútbol las motivó a contar con el complejo que hoy tienen en Estero Lobos.

Motivación pura

Cada sábado y domingo, son extensas las jornadas de partidos de todas las series; que para poder jugar el partido correspondiente a la fecha, las jugadoras deben pagar mil pesos por persona, para que, así, la Asoff pueda costear el arbitraje.

Además y a fin de ayudar a solventar los gastos, cada club tiene la posibilidad de atender el quiosco; trabajo en que se turnan las instituciones y son ellas quienes destinan los montos reunidos por concepto de ventas de café, sándwich y diferentes tipos de golosinas para quienes asisten a Estero Lobos.

Y al igual como pasa con la mayoría de las seleccionadas chilenas, la realidad de las jugadoras de la Asoff no es muy diferente, ya que cada una se debe costear la implementación y, en algunos casos, pagar las cuotas en sus respectivos clubes; y que como bien señalan, es sólo por amor al fútbol.

Para Estefanía Oyarzún, jugadora del Flogo Femme y que desde hace un año que practica la disciplina, la motivación fue netamente por un tema de bienestar de salud y por distracción.

La lateral explica que la clasificación de La Roja Femenina al mundial fue positiva independiente del tema deportivo, ya que "abrió posibilidades para que más chicas se motiven, porque ahora es más común y el fútbol femenino ha crecido harto".

En el caso particular de su equipo, entrenan dos veces por semana; una en Estero Lobos y dependiendo las condiciones climáticas, lo hacen bajo techo los lunes.

Al igual que muchas de las jugadoras consultadas, le gustaría que el fútbol femenino "sea más reconocido, que sea más apoyado y más visto. Siento que somos poco apoyadas; el tema de la implementación es porque el entrenador se los consigue; porque a veces no tenemos los implementos suficientes, sólo un balón; pero el hecho de tener la motivación nos hace entrenar y ser mejores".

Similar opinión es la que tiene su compañera de equipo Camila Núñez, con la diferencia que cada fin de semana viaja desde Chacao para jugar por el campeonato y defender sus colores; y lo hace "por la pasión al fútbol, es mi deporte favorito y desde siempre me ha gustado", indicó la defensa, agregando que "todo sale de mi bolsillo; pero es por el gusto de jugar y si hay que hacer sacrificios, se hacen".

Una de las jugadoras con más experiencia es Cecilia Vargas, de Eclipse Copihue, quien practica fútbol hace 15 años, para distraerse y salir de la rutina, y al igual que sus compañeras de la disciplina, cree que "ahora hay más interés, hay más chicas y es como que se destapó el fútbol femenino con lo que pasó con la selección chilena".

El camarín

Un tema recurrente cuando se habla de cualquier deporte practicado comúnmente por hombres y que cuando ingresan las mujeres a jugarlo, es el manejo del nunca bien ponderado camarín, donde para el técnico Jorge Vera no hay muchas diferencias, ya que "existe la misma visión y ganas; se sienten igual de importantes y el mismo hecho de que comparten varios rangos de edades, se hace muy entretenido".

No obstante y si bien el estratega señala que el manejo es muy similar, la pequeña diferencia radica en las emociones, considerando que las mujeres -por lo general- son mucho más sensibles que los hombres. "Eso es más complicado, cuando pierden se frustran mucho y hay que consolarlas un poco más; pero creo que es parte de un proceso, porque las mujeres que llevan ya mucho más tiempo jugando, controlan un poco más las emociones y quizás las chicas más jóvenes, de repente se tienden a frustrar, pero con el tiempo se va manejando", sostuvo Vera, quien con una improvisada "pizarra" de papel, formaba al equipo que saltaría a la cancha dos de Estero Lobos y entregaba las últimas instrucciones.

A su vez, otro tema que por estos días ya no es tabú en un camarín, es el que dice relación con la homosexualidad al interior de cada equipo; donde el estratega explica que considerando que "trabajo en una escuela de fútbol, me toca lidiar con estas temáticas; pero a modo muy personal, no es tema al interior del camarín. Para mí, existe un respeto único por cada una de las chiquillas y creo que de ellas hacia mí también; así que, honestamente, la homosexualidad no es tema".

La asoff

Desde la Asociación, la presidenta Carolina Zúñiga señala que lo más difícil del trabajo que realizan, es dejarlas a todas conformes y que si bien la Asoff tiene sus reglas, les cuesta que todas se vayan acoplando a ellas y trabajando en la misma sintonía.

La timonel del fútbol femenino destaca que si bien para muchos hoy es un boom lo que se vive en torno al balón y las mujeres, "nosotras llevamos trabajando silenciosamente y gracias a ese trabajo, es que contamos con este estadio y dependencias. Y si bien ahora se destapó con el tema de la selección, nosotras llevamos mucho tiempo trabajando y específicamente, ahora, contamos con el apoyo del señor alcalde, que fue quien confió en el fútbol femenino y estaremos siempre agradecidas, porque ahí recién fuimos escuchadas".

Lo único claro que tienen las mujeres, es que con o sin ayuda, seguirán cada fin de semana fieles a su pasión por el fútbol; sacrificándose por sus colores y continuarán trabajando y tocando puertas en busca de más apoyo.