El Barcelona, con un triplete de Lionel Messi, se coronó ayer campeón de La Liga tras superar 4-2, como visitante, al Deportivo La Coruña, que con esta derrota confirmó su descenso.

Ernesto Valverde, el entrenador blaugrana, quería ganar el título en Riazor y afrontar el Clásico con el Real Madrid (de la próxima semana) con el campeonato resuelto.

Y así, de una pérdida del local surgió una contra del Barcelona que Philippe Coutinho convirtió en el 1-0 a los siete minutos de juego. Tras esto empezó el show de Messi, quien aprovechó un buen pase de Luis Suárez para anotar el segundo.

El "Depor", eso sí, no se rindió y lograr empatar el marcador promediando el segundo tiempo con tantos de Lucas Párez y Emre Colak, lo que devolvió cierta ilusión al Riazor y dejó al "Barça" tambaleando.

Sin embargo, cuando el partido acababa, volvió a aparecer el argentino para desatar la alegría de los catalanes. Dos nuevas asistencias de Suárez permitieron a la "Pulga" anotarse con dos nuevos golazos, completando así su triplete y confirmando un nuevo título liguera para el Barcelona, el vigésimoquinto de su historia.

Celebración con récord

Esta nueva consagración en La Liga, las séptima en 10 años, llega con récord: el equipo de Valverde no ha perdido ni un solo partido. La marca, no obstante, es aún más amplia, ya que a los 34 partidos sin perder en esta campaña se añaden los siete del último tramo final del año pasado.

Sobre este logro, el mediocampista blaugrana, Sergio Busquets, aseguró que "ganar siete ligas en 10 años es una barbaridad y sobre todo de esta forma a falta de cuatro jornadas, casi perfecta, sin perder de momento y ojalá podamos seguir".

Un opaco partido tuvo Alexis Sánchez en la agónica victoria 2-1 del Manchester United sobre su ex equipo, el Arsenal, por la fecha 36 de la Premier League. Duelo que también estuvo marcado por un homenaje a Arsene Wenger, quien ya anunció que no continuará en los "Gunners" la próxima temporada.

El duelo, disputado en Old Trafford, enfrentó a dos cuadros de realidades muy distintas. Mientras José Mourinho dispuso de sus mejores nombres para intentar asegurar el segundo lugar de la tabla, Wenger presentó una oncena alternativa considerando que el jueves jugará, en España, la revancha ante el Atlético de Madrid por semifinales de la Europa League (en la ida empataron a 1).

Antes del inicio del encuentro, el entrenador francés, quien pondrá fin a un ciclo de 22 años en el equipo londinense, recibió de manos del Sir Alex Ferguson una placa conmemorativa, homenaje al que también se sumó Mourinho.

Además, a pesar de la teleserie que significó la venta de Sánchez a los "Red Devils", el delantero chileno, quien sí fue abucheado por los hinchas del Arsenal, se saludó afectuosamente con su ex entrenador.

Escaso aporte

Si bien el Manchester se vio muy superior al conjunto "Gunner", el aporte de Sánchez fue escaso. Su acción más importante fue a los 16 minutos, cuando de un cabezazo suyo que terminó rebotando en el palo de David Ospina llegó el primer gol del partido por medio del francés Paul Pogba.

Empezando la segunda etapa, el reemplazante del delantero nacional en el Arsenal, Henrick Mkhitaryan, anotó el empate con un buen remate cruzado tras un rápido contragolpe de los visitantes.

El resultado se mantuvo durante casi todo el segundo tiempo hasta que, en el primer minuto de descuento, Marouane Fellaini aprovechó un centro desde el sector izquierdo del ataque de los locales y puso el 2-1 con un colocado cabezazo.

Con este triunfo, el United llega a los 77 puntos y se afianza en el segundo lugar de la Premier, sacándole cinco puntos de ventaja al Liverpool, equipo que tiene un partido más. El Arsenal, en tanto, se mantuvo sexto con 57 puntos.

El número uno del ranking ATP, Rafael Nadal, logró ayer su undécimo título en el Abierto de Barcelona Conde de Godó ante el joven griego Stefano Tsitsipas, a quien dio una clase avanzada de tenis al derrotarlo 6-2 y 6-1 en una hora y 18 minutos. El español, quien la semana pasada alcanzó idéntico número de títulos en Montecarlo, volvió a mostrarse intratable en la capital catalana, donde sumó su victoria 401 sobre arcilla.

Tsitsipas (63), un espigado tenista de 19 años que se había convertido en la revelación del torneo tras eliminar a cuatro cabezas de serie, ya había dicho en la víspera que seguramente recibiría una clase gratuita del "rey de la tierra batida". Y Nadal se la dio a partir del segundo juego. Tras perder el primero, el español deleitó con un tenis sin fisuras, mientras que su adversario encadenaba error tras error, sobre todo con su revés.

Así, Nadal mantuvo con facilidad su servicio y rompió el de su rival en el tercer y quinto juegos, ambos en blanco, para ganar la primera manga, por 6-2.

El segundo set aun fue peor para Tsitsipas, quien afrontaba su primera final ATP. El diez veces campeón de Roland Garros quebró su saque en el primer juego, de nuevo sin dejar que su rival sumara un solo punto, y volvió a hacerlo en el tercero.

Estando 3-0 abajo, el griego logró por fin poner a Nadal en apuros con su servicio. Tuvo sus tres únicas bolas de rotura de todo el partido, pero malogró las tres y "Rafa" se puso 4-0. El número uno del mundo siguió dominando y torturando a Tsitsipas, quien era incapaz de atacar las pesadas bolas de su adversario, y que solo logró arañarle un juego en este segundo set, antes de ceder de nuevo su servicio en el último juego del partido y convertirse en el rival que menos le ha durado a Nadal durante una final en Barcelona.

"Es emocionante recibir el reconocimiento a toda esta carrera, que no esperaba tener ni en mis mejores sueños. El problema es que ya son muchos años, soy viejo, pero de momento aquí seguimos. Ojalá pueda jugar muchos años más, porque en esta pista las emociones son indescriptibles y eso es gracias a todos vosotros", se despidió Nadal ante el público que lo ovacionaba.