Luis Toledo Mora
"Una chispa generada por la electricidad estática de la ropa sintética, es suficiente para generar una explosión de gas en un recinto cerrado".
Así de claro fue el comandante del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, Felipe Sotomayor, respecto al serio peligro que significan las fugas del combustible, tanto en ambientes domiciliario como en los espacios públicos, y que quedó en evidencia con la gran explosión que hace menos de una semana afectó al Sanatorio Alemán de Concepción.
El oficial explicó que muchas veces se tiende a minimizar los riesgos para evitar la exposición pública, y que recién se llama a Bomberos cuando el incidente ha lesionado personas o generado daño a la infraestructura, como ocurrió la semana pasada en un restaurante del barrio gastronómico Rengifo.
"A los incidentes con gas generalmente se le baja el perfil para evitar que sea un evento mediático. Por ello muchas veces cuando hay fugas de gas en lugares que concentran a un importante número de personas, tienden a manejar el incidente por sus propios medios y no llaman a Bomberos. Esto incluso ocurre en industrias, donde en ocasiones nos han cerrado las puertas negando la existencia de una emergencia, aún cuando los mismos trabajadores son quienes han llamado a nuestra central desde el interior de las plantas", sostuvo el jefe Bomberil.
Recomendaciones
La presencia del combustible en el ambiente se percibe principalmente por el olfato al captar el olor del mercaptano, que es el odorizante característico que se añade al gas licuado de petróleo (GLP) y también al gas natural (GN).
"Si el olor a gas se percibe de manera persistente desde el exterior de un inmueble, sencillamente no se debe ingresar hasta que haya un equipo de emergencia en el lugar. Ahora si se está en el interior de un recinto, con mucho cuidado se deben cerrar las llaves de paso, abrir puertas y ventanas abandonarlo. No hay que operar interruptores eléctricos ni teléfonos celulares. También se debe evitar producir chispas de energía estática", precisa.
El comandante Sotomayor indicó que al salir se puede cortar la energía eléctrica desde el medidor exterior.
"Es fundamental llamar a Bomberos para que realicen una evaluación instrumental, y hagan la adecuada ventilación del inmueble", sostuvo.
Gas natural y gas licuado
Estos dos combustibles tienen distintas características. El gas licuado de petróleo (GLP) que es el que se distribuye en los cilindros, estanques y redes, es más pesado que el aire, por lo que desciende hacia el suelo. El gas natural (GN), recientemente llegado a Puerto Montt, es mas liviano que el aire, por lo que se eleva.
"El GLP tiende a acumularse en los subterráneos y el GN en las aéreas superiores de las estructuras, como cielos falsos, entretechos y mansardas. Por ello la sensación olfativa sólo permite advertir preliminarmente la presencia de gas, pero no determina su ausencia total, la que debe ser evaluada de forma instrumental por equipos de emergencia", explicó a El Llanquihue el director regional de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, Manuel Cartagena.
Respecto a la realidad de las emergencias ocasionadas por gas en la Región de Los Lagos, durante el año pasado la SEC registró 106 incidentes al interior de inmuebles. De ellos 65 se generaron por fugas en redes interiores.
"La mayor cantidad de deficiencias se han detectado en la conexión de artefactos, lo que genera un riesgo adicional por el confinamiento del gas en espacios cerrados y la existencia de fuentes de ignición. Un ejemplo de ello son los refrigeradores, ya que cada cierto tiempo la activación de su motor genera chispas capaces de encender el gas presente en la cocina. Otras fuentes son el piloto de calefont, o la llama abierta de los quemadores de la cocina", detalla el director de la SEC en Los Lagos.
Para prevenir emergencias que pueden costar vidas, la principal recomendación tanto de la SEC como de Bomberos, es la de mantener en buen estado las redes de gas domiciliarias y realizar mantenciones periódicas a los artefactos con técnicos autorizados.